Curso de Rectores: “No vamos a cambiar al mundo si no cambiamos la educación”

Curso de Rectores: “No vamos a cambiar al mundo si no cambiamos la educación”

 “No vamos a cambiar al mundo, si no cambiamos la educación”. Con esta frase del papa Francisco finalizó el 52° Curso de Rectores, que se realizó del 3 al 6 de febrero en Posadas, Misiones, y organizó el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec).

El arzobispo de Rosario y presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Eduardo Eliseo Martín, destacó la importancia del encuentro que significaron las jornadas formativas, y alentó a volver a las comunidades, a la escuela, para “seguir comunicando con alegría a Jesús”. En este marco, se anunció que el próximo Curso de Rectores será en la provincia de Tucumán.

“No vamos a cambiar al mundo, si no cambiamos la educación”. Con esta frase del papa Francisco finalizó el 52° Curso de Rectores, que se realizó del 3 al 6 de febrero en Posadas, Misiones, y organizó el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec). 

La misa de la última jornada fue presidida por el arzobispo de Rosario y presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Eduardo Eliseo Martín y concelebrada por los sacerdotes que participaron de la capacitación educativa. 

En la homilía, el prelado destacó la importancia del encuentro que caracteriza al Curso y resaltó que eso es lo que Dios quiere para nosotros, que “vivamos en comunidad, que nos encontremos. La comunidad está basada sobre la presencia de Jesús que es ayer, hoy y siempre”. 

“Todos debemos recomenzar cada día desde Jesucristo. Cada día hay que decirle a Dios que todo está puesto en sus manos y que somos de Él, porque nada podemos hacer sin Dios”, precisó. 

Monseñor Martín consideró que el 52° Curso de Rectores fue un momento de “fortalecimiento” que permite volver a las comunidades, a la escuela, a seguir comunicando con alegría a Jesús. 

Luego de la misa, el licenciado Javier Quesada, disertó sobre “Educar en las periferias. Plan de inclusión educativa ‘Emaús’”. 

“Asumimos que la educación es una vía fundamental para la inclusión y por ello encaramos el trabajo que hacemos, el cual implica todos los ciclos de la vida, desde la primera infancia hasta los abuelos. Nosotros queremos estar ahí, en los barrios más carenciados, queremos instalarnos, no ir y venir, sino quedarnos en esa realidad”, aseguró. 

El especialista explicó que “nuestro plan se llama Emaús, porque quiere retomar las ideas de ese texto y de ese momento del Evangelio, es un caminar con otros, muchas veces anónimamente, sin destacarnos o llevar identificaciones, sino estando presente y que nos reconozcan por nuestro hacer, más que por nuestro decir o nuestro logo. Claramente Jesús está con nosotros y lo reconocemos cuando nuestros chicos pueden llegar a la Universidad o cuando una abuela puede aprender a leer a los 80 años (como los discípulos que pudieron reconocer a Jesús al partir el pan). También se llama Emaús, porque queremos que nuestro corazón arda en todo momento”. 

El licenciado Quesada indicó que el proyecto se lleva a cabo a través de 174 espacios educativos en 36 diócesis y tiene como ejes: la primera infancia; el apoyo en primaria, secundaria y becas terciarias/universitarias; la alfabetización de adultos; la red educativa del Papa Scholas ocurrentes; los merenderos; el acompañamiento en adicciones y el trabajo en redes con instituciones u organizaciones locales y nacionales. 

La última conferencia estuvo a cargo del presbítero Fernando Fornerod, quien desarrolló el tema “Educar en comunidad: proximidad, acompañamiento y participación”. 

Tras señalar que el papa Francisco les pide a los católicos una “nueva forma de anunciar el Evangelio, para reformar la Iglesia”, enumeró los tres dinamismos que se deben tener presentes al educar en comunidad: “Proximidad y aceptación”, “Acompañamiento, caminar juntos” y “Participar, querer ser pueblo”. 

“En la escuela se está cambiando la Patria, se está haciendo la Argentina nueva. El cambio es posible cuando comienza por uno mismo y esto nos ha mostrado Francisco con su persona, sus gestos y palabras. Él está cambiando la Iglesia y nosotros debemos sumarnos a la tarea”, subrayó. 

Finalizada la ponencia del presbítero Fornerod, se realizó el cierre del Curso con unas palabras de reconocimiento para los organizadores y, de una manera especial, para las autoridades del Consudec, el presbítero Alberto Bustamante, presidente; la licenciada Ángela María Varela, vicepresidenta y el doctor Claudio Julio César Ramos, secretario, quienes están terminando su gestión al frente del organismo.

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