Se conformó el Consejo de Diálogo Interreligioso para las Américas

Se conformó el Consejo de Diálogo Interreligioso para las Américas

En el marco del Congreso de Diálogo interreligioso que se realizó esta semana en el Vaticano, se conformó el Consejo de Diálogo Interreligioso para las Américas, con el apoyo del Papa Francisco.

"El Congreso superó todas nuestras expectativas, no sólo por la presencia de 18 países del continente, con miembros de los tres poderes, incluido el Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sino también por el apoyo que manifestó públicamente el papa Francisco a nuestra iniciativa", analizó en diálogo con Télam, en Roma, el asesor jefe de la secretaría general de la OEA, Gustavo Cinosi. 

Durante dos días, referentes católicos, musulmanes y judíos de todo el hemisferio se reunieron en el Vaticano para dar forma al Consejo de Diálogo Interreligioso para las Américas, basado en el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI) que el entonces cardenal Jorge Bergoglio creó en 2001 junto al presbítero Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el dirigente musulmán Omar Abboud. 

En ese contexto, Cinosi planteó que se trató de "un primer paso enorme para comenzar a trabajar entre todos los países del hemisferio en la conformación de un espacio que ratifique nuestra intención de diálogo intercultural e interreligioso, con la encíclica papal Laudato Si' como hoja de ruta al describir la ecología integral que propone incluir a la tierra como otro participante de este diálogo entre religiones". 

En la audiencia con el Papa estaba prevista la participación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien debió cancelar a último momento su viaje a Roma por el fallecimiento de su madre, por lo que fue Cinosi el encargado de anunciar que, a propuesta de Chile, el próximo Congreso de Diálogo Interreligioso de las Américas se haga el año próximo en el país trasandino. 

Al final del encuentro, los participantes firmaron una declaración final que los comprometió a seguir fomentando la cultura del encuentro, a crear ámbitos de investigación donde se estudien las causas del fundamentalismo, a trabajar en espacios educativos para formar a niños y jóvenes en el diálogo, a promover la “conversión ecológica en diálogo con la Tierra” y a incentivar la promoción de los derechos humanos.

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