El Papa Francisco reconoció este jueves las virtudes heroicas del doctor Jérôme Lejeune, el científico que descubrió la causa genética del Síndrome de Down, la trisomía 21.
El papa Francisco autorizó la promulgación del Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce las virtudes heroicas de Jérôme Lejeune (1933-1994), el científico que descubrió la causa genética del Síndrome de Down y que fue descartado para el Premio Nobel por su rechazo al aborto. Ahora el doctor Lejeune es venerable, el paso previo a ser beato.
Jerome Lejeune falleció en 1994. En 2004, Fiorenzo Angelini, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud solicitó formalmente la incoación del proceso, en el décimo aniversario de la muerte del científico. La fama de santidad aconsejó abrir el proceso en 2007.
Nacido el 13 de junio de 1926 en Montrouge, Francia, el doctor Lejeune descubrió en 1958 la trisomía del par cromosómico 21, responsable del Síndrome de Down. El descubrimiento se publicó en la revista Nature en 1959. Desde entonces Lejeune dedicó todos sus esfuerzos a defender a estos niños ante los intentos de instrumentalizar su descubrimiento para justificar el aborto de los niños con esta condición.
Esa postura del doctor Lejeune de defensa del derecho a la vida de los niños con Síndrome de Down hizo que su candidatura al premio Nobel de Medicina de 1970 no prosperara, a pesar de la trascendencia de su descubrimiento.
El científico sufrió una enorme decepción cuando vio que los gobiernos utilizaban la detección del Síndrome de Down para abortar a estos niños, y no para contribuir en el tratamiento de discapacidad. En Francia, además de descartarlo para el Noble, sufrió el rechazo de parte de la comunidad científica.
Sin embargo, el Papa San Juan Pablo II lo nombró miembro de la Pontificia Academia para la Vida y consultor del Pontificio Consejo para los trabajadores sanitarios. Luego de eso, entabló una amistad con el papa polaco y durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en París en 1997, San Juan Pablo II visitó su tumba.
Un mártir, tres religiosos y cuatro laicos
Los Decretos autorizados por el Santo Padre para ser promulgados por la Congregación para las Causas de los Santos también incluyen a un mártir, tres religiosos y otros tres laicos.
Se destaca el martirio del siervo de Dios, Giovanni Fornasini, sacerdote diocesano; nacido el 23 de febrero de 1915 en Pianaccio di Lizzano en Belvedere (Italia) y asesinado por odio a la fe, en San Martino di Caprara (Italia), el 13 de octubre de 1944.
Asimismo, el Papa reconoció las virtudes heroicas de los religiosos siervos de Dios: Michele Arcangelo María Antonio Vinti, sacerdote diocesano, nacido el 18 de enero de 1893 en Grotte (Italia) y fallecido allí el 17 de agosto de 1943; Ruggero Maria Caputo, sacerdote diocesano, nacido el 1 de mayo de 1907 en Barletta (Italia) y fallecido allí el 15 de junio de 1980; Mary Joseph of Jesus (nacida Elisabeth Prout), fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Santísima Cruz y de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, nacida el 2 de septiembre de 1820 en Shrewsbury (Inglaterra) y fallecida en Sutton (Inglaterra) el 11 de enero de 1864.
Finalmente, entre los laicos, junto a Jérôme Lejeune, se encuentran Santiago Masarnau Fernández, fiel laico, nacido el 10 de diciembre de 1805 en Madrid (España) y fallecido allí el 14 de diciembre de 1882; Pasquale Canzii, seminarista, nacido el 6 de noviembre de 1914 en Bisenti (Italia) y fallecido en Penne (Italia) el 24 de enero de 1930; y Adele Bonolis, fiel laica, fundadora de las Obras de Asistencia y Redención Social, nacida el 14 de agosto de 1909 en Milán (Italia) y fallecida allí el 11 de agosto de 1980.
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