Las celebraciones se realizaron en Resistencia y General Vedia. El arzobispo subrayó el valor del servicio, la vocación familiar y el testimonio de fe en la vida cotidiana.
La arquidiócesis de Resistencia vivió días de profunda alegría con la ordenación de dos nuevos diáconos permanentes, celebradas los días 19 y 20 de diciembre, presididas por el arzobispo, monseñor Ramón Dus, en distintas comunidades del Chaco.
La primera celebración tuvo lugar el 19 de diciembre en la parroquia Nuestra Señora de Itatí, de la ciudad de Resistencia, donde fue ordenado diácono permanente Silvio Gustavo Doldan.
Durante la homilía, monseñor Dus destacó la belleza y la exigencia de la vocación diaconal, especialmente vivida en armonía con el matrimonio y la familia, subrayando que el diácono está llamado a ser signo de servicio en la Iglesia y en la sociedad.
Al finalizar la celebración, el nuevo diácono expresó palabras de agradecimiento a Dios, a la Virgen María y a la Divina Misericordia, al arzobispo y a los formadores, sacerdotes, diáconos y compañeros de camino. De manera especial, resaltó el acompañamiento constante de su esposa, María Magdalena, de sus hijos y de las comunidades de la parroquia Itatí, señalando que sin su apoyo, oración y cariño no hubiera sido posible responder a este llamado al servicio.

Silvio Gustavo Doldan nació el 8 de septiembre de 1974 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Está casado con María Magdalena González Piciochi y es padre de dos hijos, Brandon y Liam. Ingresó a la Escuela de Diaconado Permanente San Esteban de la arquidiócesis de Resistencia en 2015. Recibió el ministerio del lectorado el 2 de abril de 2025 y el acolitado junto con la admisión al Orden el 2 de octubre del mismo año, en la parroquia Itatí de Villa Chica. Eligió como lema una frase del Salmo 116: "¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?", como expresión de gratitud por la llamada recibida.
Su camino pastoral comenzó desde muy joven como monaguillo y consagrado mariano, participando activamente en la Acción Católica Argentina y en diversas pastorales y servicios parroquiales en distintas provincias del país. En el ámbito profesional es analista en comercio exterior, licenciado en comercio internacional, magíster en Gobierno y Economía Política y se encuentra finalizando la carrera de Derecho, con una amplia trayectoria en los sectores público, privado y educativo.
Alegría para la comunidad de General Vedia
La segunda ordenación se celebró el 20 de diciembre en la capilla El Salvador, de la localidad de General Vedia, donde monseñor Dus ordenó diácono permanente al acólito Juan Zacarías Ortega, convirtiéndose en el primer diácono permanente de la parroquia Santa Margarita.
En su mensaje, el arzobispo destacó el servicio propio del orden diaconal y agradeció especialmente a Dios por la vocación suscitada en esa comunidad, remarcando el acompañamiento fundamental de la familia y, en particular, de la esposa en este camino de entrega.

Juan Zacarías Ortega nació el 3 de enero de 1964 en General Vedia. Está casado con Sara Leguizamón y es padre de cuatro hijos y abuelo de dos nietos. Desarrolla su tarea pastoral en la parroquia Santa Margarita, con sede en Las Palmas, que abarca las localidades de La Leonesa, General Vedia, Puerto Bermejo y Puerto Eva Perón. Ingresó a la Escuela de Diaconado Permanente San Esteban en 2018. Recibió el lectorado el 24 de noviembre de 2024 y el acolitado junto con la admisión al Orden Diaconal el 30 de agosto de 2025. Su lema, tomado del Evangelio de san Marcos, es: "Denles ustedes de comer" (Mc 6,37), como expresión del envío misionero al servicio del Pueblo de Dios.
Desde joven participó activamente en la vida de la Iglesia como miembro de grupos juveniles y, ya casado, como catequista de adultos, ministro extraordinario de la Comunión y animador de distintas pastorales junto a su esposa. Es profesor de Historia y Geografía, licenciado en Geografía por la Universidad Nacional del Nordeste, con más de 30 años de labor docente, actualmente jubilado.
Con estas ordenaciones, la arquidiócesis de Resistencia continúa fortaleciendo el ministerio diaconal, signo de una Iglesia servidora, cercana a las comunidades y comprometida con el anuncio del Evangelio en la vida cotidiana.

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