Se congregaron alrededor de 4000 hermanos representando a las diferentes filiales (900) junto a autoridades de instituciones reconocidas y afines. De ACIERA estuvieron presentes su presidente, pastor Christian Hooft, y los pastores Alejandro Espínola y Sebastián Crudo (miembros de Asamblea de Dios), secretario del CDN y director de ACIERA Joven, respectivamente. El pastor Hooft quien tuvo a su cargo la predicación de la Palabra de Dios en uno de los mensajes centrales, hizo además entrega junto a sus colegas del Consejo Directivo de una placa conmemorativa por los 100 años que recibieron su presidente y vicepresidente, los pastores David Ríos y Arnaldo Chazarreta. También entregó una placa la Federación Asambleas de Dios y Filadelfia representada por su presidente el pastor Roberto Torres.

“No todos los días una denominación cumple 100 años, y este primer centenario es una muestra de la fidelidad de Dios y del obrar de su Espíritu Santo en hombres y mujeres que se dejaron usar por El. Un legado que continua, avanza y se multiplica para la gloria de Dios en estos tiempos desafiantes en los que la iglesia debe ser más que nunca una voz profética, y no comprometer su mensaje de ninguna manera. Nos honra que esta organización sea parte de nuestra Federación por la trayectoria, el compromiso y la entrega constante de hermanos que han sabido entender los tiempos y obedecer el mandato divino. ¡Feliz aniversario a la inmensa familia de la Iglesia Asamblea de Dios, por muchos años más hasta que el Señor vuelva a buscarnos!”, dijo el presidente de ACIERA.

Breve historia

Hace 100 años atrás, inició la Iglesia Asamblea de Dios con 13 miembros (y sus familias) de 7 nacionalidades diferentes (suecos, portugueses, canadienses, armenios, españoles, búlgaros y argentinos) en la casa de una familia portuguesa. En mayo de 1927 y con la presión de estar en un lugar más adecuado, se mudaron a la calle Concordia 1592 donde se construyó un pequeño templo. En las dos décadas siguientes, y con la extensión del movimiento pentecostal, más misioneros llegaron y fueron enviados a abrir obras por todo el país.

Hacia 1950, la Asamblea de Dios contaba ya con 1300 miembros y en 1957 se inició una nueva etapa en la que los misioneros dejaron la obra definitivamente en manos de pastores argentinos. En 1958 comenzó a presidir la organización el pastor Pascual Crudo, quien dio gran impulso a la capacitación teológica. Actualmente, la Asamblea de Dios se erige como una entidad pentecostal reconocida, contando con departamentos juveniles, misioneros y femeninos.

Finalmente, y bajo la necesidad de ir a un lugar más grande, en abril de 1952 se inauguró el que fuera por años el templo evangélico más grande de Buenos Aires en la Avda. Juan B. Alberdi 2260. De allí nacerían más de 500 iglesias a todo el país, dando paso a una denominación nacional.