No es la primera vez que el cardenal australiano George Pell habla sin pelos en la lengua, pero esta vez ha sido para advertir en declaraciones a La Verità de que la Iglesia se encuentra al borde de la quiebra. Y para volver a pedirle explicaciones a su colega Becciu.
“Desde que comenzamos a sanear las finanzas del Vaticano hemos logrado cancelar entre 3 y 4000 cuentas corrientes y, que yo sepa, no hay rastro de lavado de dinero” cuenta al diario italiano Pell, que ha pasado más de un año en la cárcel acusado de abuso sexual, cargos de los que fue finalmente absuelto.
Se han introducido sistemas modernos para garantizar la transparencia, pero el Vaticano sigue acumulando deudas, advierte el australiano. Durante el periodo excepcional provocado por la pandemia de covid, el déficit financiero alcanzó los 50 millones, cuando durante casi diez años había sido de 20-25 millones anuales. Dentro de diez años podría estallar una crisis en el fondo de pensiones, suponen los expertos hasta 800 millones , la situación es grave y hay que hacer algo, insiste.
Pell también ha insistido en algo que no ha dejado de repetir desde que fue excarcelado, una pregunta que plantea al cardenal Angello Becciu, actualmente encausado por una acusación de manejo abusivo de fondos de la Santa Sede. «Todavía no ha aclarado el motivo del envío de esos 2 millones de euros a Australia. No es cierto que ese dinero se haya utilizado para pagar mis honorarios legales . Debería explicar bien esa cuestión».
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