Con cantos y oraciones, Sudán del Sur espera al papa Francisco

Con cantos y oraciones, Sudán del Sur espera al papa Francisco

Del jardín de un templo católico de Juba, en Sudán del Sur, se eleva un himno ardiente a la paz. Es la voz esperanzada de un coro, antes de la llegada del papa Francisco al país.

El pontífice iniciará el viernes una visita de tres días al estado más joven del mundo, de mayoría cristiana.

Su corta historia desde su independencia en 2011 de Sudán, país de mayoría musulmana, ha estado marcada por la violencia.

La guerra civil de 2013-2018, que se saldó con 380.000 muertos y millones de desplazados, y los incesantes enfrentamientos en distintos puntos del país hicieron saltar por los aires los discursos de concordia y unidad pronunciados en julio de 2011, cuando la independencia.

Ahora, la primera visita de un papa al país, presentada como "un peregrinaje por la paz", suscita grandes expectativas.

"Estamos muy agradecidos y esperamos que la visita del papa traiga paz y renovación a nuestro país", afirma la hermana Sarah Gune Justin, una religiosa católica y soprano entusiasta del coro de Juba, la capital de Sudán del Sur.

Con orgullo muestra un impreso color amarillo y azul, donde figuran los retratos del papa, de Justin Welby, arzobispo de Canterbury y cabeza espiritual de la Iglesia anglicana, y Iain Greenshields, la personalidad más importante de la Iglesia de Escocia, que lo acompañarán en esta visita.

"Sabemos que con la visita del santo padre a nuestro país (...) Sudán del Sur va a cambiar. No será el mismo que antes", confía la religiosa.

- armonía -

En las calles de Juba, el logo de la visita -una paloma y un apretón de manos sobre un trazado de Sudán del Sur- se puede ver en prendas y paneles publicitarios.

La avenida que conduce a la embajada del Vaticano recién fue asfaltada, cosa inusual en esta ciudad de calles polvorientas, donde las cabras abandonadas a su suerte se protegen del sol escondiéndose bajo los coches.

Alrededor de la mitad de los 12 millones de sursudaneses son católicos. Los fieles han venido de todo el país e incluso de más allá, a pocos días de esta histórica visita.

Un grupo de jóvenes fieles se lanzó en una "marcha por la paz" de 400 km, que en nueve días debe llevarlos hasta la capital desde su ciudad de Rumbek.

La visita del papa concluirá el domingo con una misa animada por el coro de Juba, que para la inclusión compuso varias piezas.

El coro, compuesto de 300 voluntarios de todas las iglesias de la ciudad, espera con impaciencia la visita papal, prevista inicialmente en julio pasado pero postergada por unos dolores de rodilla del pontífice argentino de 86 años.

El director Andreas Mabior asegura que el coro encarna algo poco común y poderoso en un país marcado por años de persecuciones étnicas y conflictos.

Sus miembros, procedentes de decenas de tribus, cantan en armonía, como prueba de una belleza más fuerte que la división.

"Esta visita es una ocasión excelente para que el pueblo de Sudán del Sur se reconcilie", afirma el director del coro.

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