Durante el Jubileo de los Jóvenes, se presentó en la Basílica de Santa María en Trastevere, en Roma, el “Manifiesto de los Jóvenes cristianos de Europa”, un texto elaborado y firmado por 250 mil personas que, sin temor, proclaman al mundo que Cristo es quien da sentido a sus vidas.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Más de 800 jóvenes acudieron a la cita el pasado viernes 1 de agosto, que contó también con la presencia de varios obispos y cardenales de la Curia Romana, como Mons. Rino Fisichella, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización.
Este texto es el corazón del proyecto Roma 25, Santiago 27, Jerusalén 33 (J2R2023), creado por jóvenes y para los jóvenes, incluso para aquellos que no creen, pero que buscan un sentido para sus vidas.
Varios jóvenes de diversas nacionalidades leyeron el manifiesto en voz alta el pasado 1 de agosto. Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN News“La casualidad es la firma silenciosa de Dios”Las más leídas1Hoy se celebra a la Virgen de las Nieves y recordamos el milagro de la nieve en pleno verano2Fallece a los 100 años el segundo sacerdote del Opus Dei que llegó a México3Hoy se recuerda a San Abel, quien respondió a los ataques de sus enemigos con humildad y oración4La Misa viral de un cura español: "Los derechos escatimados al pobre, Dios no los olvida”5Canonizado hace 100 años, San Juan María Vianney sigue convirtiendo corazones
Se trata de una “revolución espiritual” que impulsa a los cristianos a reencontrarse con el Señor mediante la peregrinación, la sanación y la evangelización, con la mirada puesta en el Jubileo de la Redención de 2033, que tendrá lugar en Jerusalén.
Lo que comenzó como un proyecto con la misión de “devolver el alma a Europa” ha dado pasos de gigante en los últimos meses, superando con creces todas las expectativas.
Así lo relata a ACI Prensa Fernando Moscardó, joven español miembro del comité organizador. “Europa ha perdido su alma, pero hay muchos más sitios que están sedientos, quizás porque no la han tenido nunca y son nuevos terrenos de evangelización, o quizás porque no quieren llegar a vivir lo que ha pasado en Europa y no quieren llegar a perderla”, remarcó.
Como portavoz de esta nueva generación de católicos, asegura que muchas situaciones que parecían imposibles se han resuelto de forma providencial, convencido de que “la casualidad es la firma silenciosa de Dios”.
“Estos días nos hemos dado cuenta de que todo está firmado por Él”, comenta Moscardó, todavía abrumado por el éxito y la gran acogida de este proyecto, que ahora forma parte de los jóvenes de diferentes rincones del mundo, no sólo de Europa, e incluso cuenta con el apoyo del Papa León XIV y de la Santa Sede.
Patricia, Fernando Moscardó y el Obispo Mikel Garciandía presentan el proyecto al Santo Padre. Crédito: Vatican MediaResponder con humildad a la sed de los jóvenes que buscan el sentido de su vida
Tras un periodo de discernimiento y oración, el mes de septiembre arrancará con diferentes propuestas, como una peregrinación a pie desde Roma a Santiago de Compostela y desde allí a Jerusalén. También tienen entre manos un podcast, catequesis y diferentes iniciativas.
Detalla que no se trata “de un movimiento nuevo” o de “un Hakuna 2.0”, sino más bien una “respuesta a la sed de los jóvenes que buscan el sentido de su vida” y de una una nueva generación “sierva del Señor” que no quiere tener el poder, sino “servir, amar y caminar”.
Bajo el lema “no somos turistas de los espiritual”, estos jóvenes quieren devolver el sentido a los “santuarios abandonados” y transformar los caminos de peregrinación que se han convertido en rutas meramente turísticas. “Queremos volver a llenarlos de sentido, de oración y de convertirlos en nuevos lugares de encuentro”, subraya.
Además de las peregrinaciones, buscan devolver la esperanza a todos aquellos jóvenes que no encuentran el sentido a su vida: “Los datos de suicidio me alarman, los datos de soledad me alarman, pero pensar que más del 60% de la sociedad joven de Europa hoy en día piensa que su vida no tiene sentido, me parece un signo súper claro de que hemos perdido completamente el rumbo, de que hemos perdido el alma”, lamenta Moscardó.
El joven español evidencia la importancia de que esta gente pueda “percibir el amor de Cristo” y de tener a su alcance las herramientas necesarias para lograrlo. Destaca que su objetivo es “servir”, ya que “tenemos que aprender a ser humildes, como el Señor, que aún siendo Dios, mantenía la humildad como como espada”.
“La gente se ha cansado de que le vendan historias vacías”
La característica que define a esta nueva generación de católicos, agrega Moscardó, no es nada más y nada menos que el amor: “No hay nada más que eso. Podemos buscar la palabra que sea, pero es el amor, porque una persona que se siente querida, luego puede ser testigo de ese amor que ha sentido”.
A raíz de este manifiesto, explica Fernando, nace una generación que “empieza a concretar un dogma que hasta ahora quizás estaba un poco perdido, nos faltaba encontrar el foco y empezar concretarlo en acciones, en acciones llamativas. Y una de ellas es el amor, el valor más importante del que nace la entrega, la disponibilidad radical y la búsqueda de sentido”.
“Creo que la gente se ha cansado de que le vendan historias vacías. Los jóvenes nos dicen que están cansados de las ‘cosas vainilla’, queremos cosas con peso, queremos extremismo”, una palabra que, asegura, no hay que temer, ya que el Señor “nos amó hasta el extremo, hasta su muerte en la Cruz”.
En este sentido, indicó que “hay que ser radicales con una fe que radica en Cristo, que radica en el amor de Cristo, y tenemos que empezar a no tener miedo de decirlo. Estos días he visto una generación que despertaba, que dejaba de un lado el miedo y que buscaba el sentido en su plenitud, que estaba cansada de las historias vacías”, remarcó por último.
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