Por Sergio Rubin

La ceremonia en la catedral metropolitana de este domingo con motivo del inicio del mandato presidencial de Javier Milei tendrá esta vez una fuerte impronta interreligiosa.

Si bien hace tiempo que a la celebración católica por la asunción de un nuevo presidente se invita a asistir a clérigos de otros cultos, que al final saludan al mandatario, esta vez los representantes de las religiones con mayor tradición y presencia en el país harán su propia invocación a Dios que se sumará a la que efectuará el dignatario católico.

El marcado perfil interconfesional de la ceremonia del próximo domingo no sólo sintoniza con los nuevos tiempos de apertura a otros credos, más allá que la matriz del oficio es católica. También está en línea con la inclinación del nuevo presidente por la religión judía que lo llevó en los últimos años a estudiar La Torá (la Biblia judía) y a visitar en dos ocasiones en Nueva York la tumba del rabino Menachem Mendl Schmeerson, conocido como el rebe de Lubavitch, en referencia a la comunidad ortodoxa.

La presentación de la ceremonia dice: “Invocación religiosa presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge García Cuerva, con la participación interreligiosa de los representantes de los cultos que se profesan en el país en la catedral primada de Buenos Aires”.

Está previsto que a las 19 ingrese el presidente deteniéndose unos minutos frente al mausoleo del general José de San Martín para rendirle honores.

Luego, ya frente al altar, se pronunciará el “Veni, Sancte Spiritus”, una oración en latín con la que la Iglesia pide la asistencia al Espíritu Santo, en este caso para el presidente y todos los nuevos gobernantes. De hecho, la ceremonia no es un tedeum -una acción de gracias a Dios por la patria- como el que se celebra el 25 de Mayo y el 9 de Julio, sino una invocación al Espíritu de Dios, que para el caso de la Iglesia católica, es el Espíritu santo

Tras una introducción ritual de García Cuerva, habrá una lectura bíblica y una breve reflexión del arzobispo de Buenos Aires. Luego de un salmo habrá una invocación de un rabino, un imán, un pastor, un arzobispo ortodoxo y un obispo anglicano. Como la ceremonia es convocada y organizada por la presidencia de la Nación -siempre es así- los dignatarios que participen serán elegidos por los nuevos gobernantes.

El oficio religioso -que concluirá con una bendición- durará unos 45 minutos. Siguiendo la práctica habitual de la diplomacia vaticana, el Papa Francisco enviará como su delegado a un Nuncio Apostólico (embajador papal) de un país cercano, que en este caso será el que está en Chile, el arzobispo español Alberto Ortega Martín.

A la espera del secretario de Culto

Mientras tanto, se espera la designación del nuevo secretario de Culto de la Nación que podría recaer en un diplomático de carrera, actual segundo de la embajada en España, el ministro Roberto Bosch Estévez. Nada se sabe sobre quién puede ser el embajador ante el Vaticano.

Las relaciones de Milei con el Papa venían siendo francamente malas tras las duras descalificaciones del libertario a Francisco y las implícitas alusiones severas a él del pontífice. Tras las PASO, Milei se disculpó con el jefe de la Iglesia católica.

A las 36 horas de haber ganado el balotaje, Milei conversó telefónicamente en un tono muy cordial con el Papa y luego reveló que piensa visitarlo pronto en Roma cuando concrete su anunciado “viaje espiritual” a Israel.