Esta semana, Israel anunció que: «En unas pocas semanas, tendremos la vacuna contra el coronavirus» y eso desató una andanada del mas inverosímil antisemitismo. Comenzando con:

Nice Job Israel. Creating antidot after creating disease.#caronavirusoutbreak #caronaviruscure https://t.co/gJVcsxqYHB

— Sanfa Malik™ (@imMTF_7) March 1, 2020

 

Buen trabajo Israel. Crear el antídoto después de crear la enfermedad

Podemos enumerar muchísimos comentarios antisemitas publicados en modo absurdo, pasando por el rídículo y finalizando en verguenza ajena. Pero creo que la mejor manera de responder (si es que vale la pena) es de la manera que lo dice el escritor Federico Andahazi en una parte de su editorial en su programa radial, que se la dedica a los antisemitas y al BDS: «Israel confirma que es Israel. Esa pequeña potencia que floreció en el desierto sin más recursos que el conocimiento en más de 5000 años de una cultura sostenida a pesar de las persecuciones, de los genocidios, de la adversidad». El descubrimiento científico israelí (la vacuna contra el coronavirus) surgió durante el curso del proyecto de investigación para el virus de la bronquitis infecciosa que fue probado en aves de corral»

«Un grupo del Instituto Migal en Israel desarrolló una vacuna contra el coronavirus que se probó con éxito en ensayos pre-clínicos y pudieron modificarla genéticamente para aplicarla en marzo»

«La vacuna ya está. Solamente hay que esperar los tiempos que señalan los protocolos para las pruebas clínicas»

«Nada es casual. Israel es la única democracia plena en Medio Oriente. Es la única República laica en Medio de teocracias integristas. Es el único país de la región que respeta a las mujeres, que no las lápida, no las somete y que de hecho gobierna en un pie de igualdad con los hombres»

«La vacuna que desarrollo Israel no está disponible solo para los israelíes, va a estar a la mano también de todos los regímenes que quieren exterminar a Israel. Que hacen explotar bombas, que tiran camiones dentro de las multitudes, que vuelan embajadas alrededor del mundo, que apuñalan turistas al azar, que arrojan aviones sobre los edificios. Pero no sólo estará disponible para todos los vecinos de Israel que no hacen más que escupirles su odio con insultos cotidianos. También va a estar disponible para Roger Waters, sus hijos y sus nietos. El ex bajista de Pink Floyd, un activo militante en contra de Israel que no hace más que ponerse al frente de campañas de odio y de boicots para impedir que artistas del mundo puedan dar conciertos en Israel. También va a estar disponible la vacuna en 58 asentamientos de España gobernados por Podemos y PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que impulsan el boicot permanente a Israel. Esos asentamientos que se comprometieron a no contratar empresas israelíes ni comprar sus productos y servicios. Yo me pregunto si van a tener la hipocresía para saltar la propia valla que ellos mismos impusieron. Si tuvieran un poquito de dignidad y si no fuera que van a contagiar al resto deberían ser consecuentes ya que boicotean con su propio sistema inmunológico el descubrimiento israelí»

Algunos de ellos no saben que tal vez, si hoy están vivos y denostando a Israel, entre otros hitos importantes, es gracias a Paul Ehrlich, el científico judío que descubrió la cura contra la sífilis,  el funcionamiento de los anticuerpos en el sistema inmunológico y los tipos de sangre, que seguramente curó a alguno de sus antepasados y le salvó su vida. O tampoco se imaginen que algún abuelo, bisabuelo o sus mismos padres hayan sido curados de tuberculosis, gracias a Selman Abraham Waksman, quien co-inventó la estreptomicina, el segundo antibiótico mas importante de la medicina luego de la penicilina, para la cura contra esta enfermedad. Pero seguramente deben saber, al darle la vacuna contra la poliomelitis a sus hijos, que, lamentablemente para ellos, también la inventó un judío: Jonas Salk.

Podemos enumerar centenares de descubrimientos realizados por judíos o científicos israelíes que solucionaron grandes pandemias como el coronavirus.

Aunque todavía no se haya descubierto una vacuna contra un virus que perfora el cerebro y produce graves secuelas, como es el antisemitismo, no perdemos las esperanzas. Aunque después digan que esta grave enfermedad, también la inventaron los judíos.

Gustavo Szpigiel

Director de La Cadena Judía Vis a Vis