Hay violencia, robos y falsedades, y la catequesis es floja, dice arzobispo

Hay violencia, robos y falsedades, y la catequesis es floja, dice arzobispo

El arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, denunció ayer en la misa de Navidad que en la sociedad hay violencia, robos y falsedades; abogó por una catequesis más testimonial porque la actual es floja. Fue en la Catedral Metropolitana.

“Estamos ante situaciones de violencia, explotación del hombre; el robo y las falsedades. Cristo vino al mundo para poner las cosas en orden, él trajo un llamado a la conversión. Esos modos de vivir son inhumanos, egoístas y consumistas”, dijo el arzobispo en la misa que conmemoró el nacimiento de Jesús.

Seguidamente, Valenzuela sostuvo que toda persona necesita de un buen vivir; se necesita la salud, buena educación. “Necesitamos todo un sistema que promueva la dignidad de la persona y el bien común”. “No podemos contentarnos con denunciar, sino que tenemos que proponer caminos de salvación”, resaltó.

Ayer antes de ingresar al templo, los fieles se lavaron las manos y disciplinadamente se ubicaron en su interior, cumpliendo el protocolo.

En otra parte de su homilía, mencionó que la Conferencia Episcopal Paraguaya estableció que el 2021 sea el Año de la Eucaristía, del tesoro mayor, el cuerpo y la sangre de Cristo, como un medio para actuar.

En ese sentido, destacó que las procesiones eucarísticas realizadas en plena pandemia sanaron a muchísimas personas, muchísimas quedaron ajenas al contagio, disfrutaron de la vida; vivieron la esperanza gracias a la eucaristía y la comunión. Espera que con los frutos del Año de la Eucaristía se superen muchos de los problemas que aquejan al país.

Valenzuela apuntó los desafíos pastorales para el 2021 y en ese sentido abogó por una catequesis más testimonial. Agregó que muchos bautizados no profundizan la fe, porque la catequesis es muy floja. “Necesitamos, en este tiempo en que nuestra fe es amenazada, dar razón de la fe. Esto implica iniciarnos a la vida cristiana”, explicó.

Propuso una amistad social como pide el Papa para poder salvar a los despreciados, porque todos somos hermanos como dice en su encíclica Fratelli Tutti. Valoró la economía solidaria y puso como ejemplo el aporte de movimientos, empresas, de personas de buena voluntad, que dieron sus bienes para que se realicen las ollas populares, que hizo que miles de compatriotas tengan un plato de comida.

Finalmente, lamentó los abusos de menores y de mujeres y ante esa situación clamó por una educación sexual integral.

Comentá la nota