Creen que su refacción se pagó con dinero destinado a chicos enfermos
Por Elisabetta Piqué
ROMA.- Fiel reflejo de que el Papa sigue determinado a que haya transparencia y, sobre todo, limpieza en el Vaticano, la justicia del pequeño Estado abrió una investigación sobre las costosas refacciones del ático del cardenal Tarcisio Bertone, ex poderoso secretario de Estado, supuestamente realizadas con dinero destinado a chicos enfermos. Y están siendo indagados dos ejecutivos: Giuseppe Profiti, ex presidente del hospital pediátrico Bambin Gesù y de su homónima fundación, muy cercano a Bertone, y su ex tesorero, Massimo Spina.
Así lo anticipó ayer un artículo del semanario L'Espresso firmado por Emiliano Fittipaldi, autor del libro Avaricia.
"Los jueces del papa Francisco hipotetizan delitos gravísimos -peculado, apropiación y uso ilícito de dinero, puede leerse en las actas de la acusación- y ya han encontrado pruebas documentales que demuestran que los trabajos de refacción del departamento fueron pagados por la fundación del hospital pediátrico Bambin Gesù", dice la nota de Fittipaldi, que está siendo indagado por el Vaticano en el denominado juicio "VatiLeaks II" por sustracción de información.
La noticia de la apertura de una investigación por los trabajos de restauración del ático del ex secretario de Estado, que tiene una terraza de 296 metros cuadrados, fue confirmada por el Vaticano, que precisó que el cardenal Bertone no está siendo investigado.
El abogado del purpurado, Michele Gentiloni Silverj, también salió a defenderlo. En una nota, dijo que Bertone "reitera que nunca le dio indicaciones ni autorización a la Fundación Bambin Gesú sobre ningún pago en relación con el departamento por él ocupado, cuya propiedad es del governatorato".
Según Fittipaldi y su nota en L'Espresso, Bertone está más que involucrado en el asunto. Y si bien siempre clamó su desconocimiento del escándalo, sí sabía.
Según la nota de L'Espresso, los trabajos de refacción del ático de Bertone -que queda en el Palacio San Carlo, muy cerca de la residencia de Santa Marta- costaron más de 480.000 dólares. Esta suma no fue facturada en el año 2014 a la empresa italiana que realizó las obras de refacción (la empresa Castelli Re, que quebró en julio de 2015), sino a un holding británico (LG Contractor Ltd), siempre controlada por Gianantonio Bandera, titular de Castelli Re y amigo de Bertone.
"El dinero destinado a los niños enfermos fue usado para la restauración y después fue girado a Londres", acusó Fittipaldi. Lo cierto es que, al margen de las siete facturas pagadas al constructor a través de las cuentas del IOR (Instituto para las Obras de Religión) y del APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica) de la fundación, los magistrados del tribunal del Vaticano también cuentan con diversas cartas que involucran a Bertone. Una, del 7 de noviembre de 2013, deja en claro que Profiti le ofreció pagarle los trabajos de su ático (a través de una fundación dedicada a chicos enfermos) a cambio de realizar allí "encuentros institucionales". En otra, al día siguiente, Bertone agradece la oferta.
Según Fittipaldi, Bertone nunca dijo la verdad y "difícilmente la Santa Sede podrá evitar un involucramiento directo de él" en el escándalo. "Si Bertone fuera incriminado sería juzgado [por su rango] por la Corte de Casación de la Ciudad del Vaticano y sería el primer caso de la historia", subrayó.
Más allá de todo, la apertura de una investigación confirma el cambio drástico de rumbo que ha significado Francisco. "En otros tiempos este escándalo se habría resuelto con prudencia eclesiástica, en familia, sin que se filtrara demasiado ruido desde los muros vaticanos", comentó Gian Guido Vecchi, vaticanista del Corriere della Sera, que destacó que "la sola posibilidad de que un proceso pudiera rozar a un ex secretario de Estado del Papa habría sido inimaginable hace algunos años".
El Papa publica una exhortación el 8 de abril
- Amoris laetitia ("El amor es alegría", sobre el amor en la familia) es el título de la nueva exhortación apostólica que escribió Francisco, en la que reflexiona sobre las conclusiones de los dos sínodos que convocó en el Vaticano, en octubre de 2014 y de 2015, que será publicada el próximo 8 de abril, según anunció ayer la Santa Sede.
- El nuevo y muy esperado documento, de unas 200 páginas, será presentado por el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de Obispos; el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, y el matrimonio formado por Francesco Miano, docente de Filosofía Moral en la Universidad de Estudios de Roma Tor Vergata, y Giuseppina De Simone, docente de Filosofía en la Facultad Teológica de Italia Meridional de Nápoles. La gran expectativa es qué dirá el Papa sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar.
Comentá la nota