Rabino Ioni Shalom: “Mi deseo para Pesaj es que no sigan las divisiones que hay”

Rabino Ioni Shalom: “Mi deseo para Pesaj es que no sigan las divisiones que hay”

El Rabino Ioni Shalom de la Comunidad de Bami-Marc Chagall dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS acerca de cómo se puede aplicar la simbología de libertad que inspira la festividad de Pesaj en la actualidad. Además expresó cuál es el deseo para este Pesaj que comenzará este viernes y se extenderá por ocho días.

– ¿Cómo se puede aplicar hoy el simbolismo de Pesaj?

– La realidad es que hay distintos tipos de libertades físicas, sociales y espirituales. Nosotros estamos presos de muchas esclavitudes. Cuando nosotros, en muchos casos, creemos que somos libres no nos damos cuenta la cantidad de Faraones que tenemos, ya sea el trabajo; los compromisos, que creemos que no podemos salir de ellos. Tenemos un gran faraón hoy que es el teléfono celular,del cuál somos absolutamente esclavos y no podemos vivir sin él, o al menos eso creemos. Por otro lado, tenemos una esclavitud con aquello que muchas cosas nos inculcaron y mal aprendimos que tiene que ver con la división; caemos esclavos de creer que todo lo sabemos y que la medida de todo, somos nosotros. Esto tiene que ver con la esclavitud de la soberbia.

Esta semana di una clase (shiur) acerca de las diferentes fuentes que hablan del “hijo malvado”. Hay cuatro hijos en la Hagadá de Pesaj; uno sabio, uno simple, otro que no sabe preguntar y esta el famoso malvado. En las diferentes fuentes, nos explican los sabios cómo hay que contestarle a ese hijo malvado que se excluye, que dice: “Qué es esto de Pesaj para ustedes”, lo destacado es que dijo “para ustedes” y no para él. Entonces, una de las fuentes señala que así como este hijo se excluye, vos tenes que dejarlo de lado. Pero la versión que nos queda a nosotros no es esa. Lo que nos dice la Hagadá es que no hay que excluirlo por que piense u opine diferente, al contrario, cuando hay alguien que piensa o cuestione dentro de nuestro pueblo, si vos lo separas te transformas en un malvado. La tradición nos enseña que lo más importante es que los cuatro hijos estén sentados en una misma mesa. Pero en algunos momentos, nosotros somos presos y esclavos de las divisiones que algunos quisieron hacer tanto en lo social como en lo religioso.

Hoy es una transgresión a lo divino que no podamos sentarnos en una mesa personas más o menos religiosas, conservadores, ortodoxos o reformistas, eso realmente es algo malo. En la mesa tenemos que estar todos, y lamentablemente quienes se creen dueños de la verdad, quienes se creen que son los jajamim, creen que tienen la potestad de decidir quién es malvado y quién no. Nuestra tradición está en contra de eso, eso es algo que apresa y esclaviza. En ese sentido, es donde está la última dimensión: lo espiritual. Cuando creemos que nosotros tenemos que ser de una manera determinada por que viene preestablecido. Pero la realidad es que nuestra almas, nuestras Neshamots, tienden a más.

Nuestras almas necesitan ser liberadas están apresadas por lo físico y lo corpóreo, pero en la medida que nosotros podamos liberarnos de esa soberbia podemos hacer que nuestras almas puedan crecer, y al mismo tiempo, generar un crecimiento a nuestras vidas. Que sean más significativas, espirituales, amorosas, y dejar de lado todo aquello que no es importante.

Confundimos las cosas importantes con lo trascendente. La idea de Pesaj es poder dejar de lado las cosas que inflan nuestros egos, nuestra vida y que son puro aire. Para concentrarnos en las cosas importantes, pero todos juntos, aceptando las diferencias en una misma mesa.

– ¿Cuál es tu deseo?

– Mi deseo para Pesaj tiene que ver con eso. La posibilidad de poder reunirnos las diferentes facciones y que no sigan habiendo las divisiones que hay. Que no nos dejemos guiar por política, por economía ni por intereses propios, sino que podamos guiarnos por la inspiración divina.

Comentá la nota