Ante los disturbios en la localidad riojana de Angulos, el obispo de esa provincia Marcelo Colombo manifestó su “profundo dolor y preocupación” y le pidió a todos los sectores políticos y sociales involucrados que detengan la espiral de violencia que se vive en torno al conflicto minero porque “nos debilita como sociedad, engendrando mayores males que es preciso detener a partir del diálogo y el ejercicio de la responsabilidad política de todos los sectores”. 

La marcha de casi un centenar de manifestantes -que se oponen a la presencia de las mineras en la zona- pretendía llegar hasta el emprendimiento de la empresa Midais pero fue reprimida por la policía provincial, que usó gases lacrimógenos y disparos de bala de goma. Según el gobierno provincial, existe una orden judicial que impide acercarse a Midais; al intentar violar esa orden, los manifestantes fueron reprimidos. Por eso Colombo exhortó a las autoridades a que “se implementen aquellas medidas que salvaguarden efectivamente la seguridad de la población afectada por el conflicto” y reclamó que al momento de ejecutar “una obra pública, un emprendimiento empresario o alguna forma de inversión productiva”, se tenga en cuenta a la población para que se exprese por medio de consultas populares. 

“Lo sucedido en Jáchal, en la hermana provincia de San Juan tendría que ayudarnos en la toma de decisiones razonables sobre la utilización de los cursos de agua” alertó el obispo, recordando el derrame de cianuro ocurrido el 13 de septiembre en la mina Veladero que explota la empresa Barrick Gold, cuando una solución cianurada escapó de los ductos de la mina y fue a parar a los ríos de San Juan. 

Citando al Papa Francisco, para quien el tema medioambiental es uno de los desafíos urgentes que enfrenta la humanidad, monseñor Colombo afirmó que “no se puede permitir que ciertos intereses se impongan, sometan a los Estados y organismos internacionales, y continúen destruyendo la creación. Los pueblos y sus movimientos están llamados a clamar, a movilizarse, a exigir – pacífica pero tenazmente– la adopción urgente de medidas apropiadas. “