Los primeros versos revelados del Corán

Los primeros versos revelados del Corán

El comienzo de la revelación del Corán marca un momento decisivo en la historia espiritual de la humanidad. Los primeros versos revelados al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) dieron inicio a una nueva era de conocimiento, reflexión y conexión con el Creador. Esta revelación se encuentra en la Sura Al-‘Alaq (La Sangre Coagulada), conocida también como la Sura Iqra’ por su primera palabra: “¡Lee!” o “¡Recita!”.

 

La primera revelación: el inicio de la profecía

Según las narraciones auténticas, la primera revelación del Corán tuvo lugar en la Cueva de Hira, un lugar cercano a La Meca, donde el Profeta solía retirarse para meditar y buscar la verdad. Allí, el ángel Yibril (Gabriel) descendió y le dijo: “¡Recita!”. El Profeta respondió: “No sé leer”.

Gabriel lo abrazó tres veces y repitió la orden antes de pronunciar las primeras palabras divinas:

“Recita en el nombre de tu Señor que creó. Creó al ser humano de una sangre coagulada. Recita, y tu Señor es el más generoso, que enseñó por medio de la pluma, enseñó al ser humano lo que no sabía.” (Corán 96:1-5)

Estos fueron los primeros versos del Corán, marcando el inicio de la misión profética de Muhammad (PBD). Tras este suceso, el Mensajero regresó a su esposa Jadiya, profundamente conmovido, y ella se convirtió en la primera persona en creer en el mensaje.

Contexto y significado de la Sura Al-‘Alaq

La Sura Al-‘Alaq (La Sangre Coagulada) es la número 96 en el orden actual del Corán, aunque fue la primera revelada. Su nombre proviene de la palabra árabe “‘alaq”, que hace referencia a una sustancia adherida o coágulo, símbolo del origen humilde del ser humano.

Esta sura contiene profundas enseñanzas sobre la creación del ser humano y su relación con el conocimiento. Comienza recordando al hombre su origen y lo llama a reconocer la grandeza del Creador, quien le enseñó mediante la pluma —símbolo del saber y la transmisión del conocimiento—.

Al mismo tiempo, la Sura advierte sobre la arrogancia humana y condena a quienes, en lugar de seguir la guía divina, se rebelan y obstaculizan el camino del bien.

El contenido y mensaje de la Sura

El mensaje central de Al-‘Alaq puede resumirse en varios temas esenciales:

El llamado a recitar y aprender en el nombre de Dios, reconociendo Su poder creador.La dignidad del conocimiento como vía para acercarse a la verdad y al Creador.La advertencia contra la ingratitud y la soberbia del ser humano cuando se aleja de Dios.El recordatorio de que la verdadera grandeza se alcanza con la sumisión y la humildad.

En sus últimos versos, la Sura menciona a quienes impiden la guía y las buenas obras, afirmando que su destino será un castigo doloroso. El mensaje final exhorta a prosternarse y acercarse a Dios, una instrucción que simboliza el núcleo de la fe islámica: la adoración sincera y consciente.

“Iqra’”: el llamado al conocimiento

La primera palabra revelada, “Iqra’”, es mucho más que una orden de leer. Representa el comienzo de una revolución espiritual e intelectual. A través de ella, Dios invita al ser humano a observar, comprender y reflexionar sobre Su creación.

Esta palabra marcó el inicio del Islam como una religión del conocimiento. No fue casual que la primera revelación se relacionara con la lectura y la escritura, pues el Corán no solo guía en la adoración, sino también en el desarrollo de la mente y el corazón.

Los eruditos musulmanes han destacado que con “Iqra’”, el Islam dio inicio a un movimiento científico y cultural que transformó civilizaciones enteras, promoviendo la búsqueda del saber como un acto de adoración.

Reflexión sobre los primeros versos del Corán

Los primeros versos del Corán no solo revelan el inicio del mensaje profético, sino también la esencia de la fe islámica: el equilibrio entre el conocimiento, la humildad y la adoración. El ser humano, creado de un simple coágulo, es llamado a alcanzar la perfección espiritual mediante el aprendizaje y la devoción.

Esta revelación nos recuerda que todo conocimiento útil, toda palabra pronunciada con sinceridad y toda búsqueda de verdad deben comenzar “en el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”.

Así, la Sura Al-‘Alaq no solo marcó el inicio del Islam, sino también el inicio del pensamiento y la reflexión como pilares de la fe. Cada creyente que pronuncia “Iqra’” renueva ese mismo llamado divino a descubrir, aprender y acercarse a su Señor.

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