La celebración litúrgica, que se llevará a cabo el 11 de julio en la Capital Espiritual, será muy similar a la que se oficia cada 8 de diciembre, con la diferencia de que no se rezará el credo, por ser un día sábado. Al culminar la misa, se ofrecerá un homenaje a la mujer paraguaya, que estará a cargo de músicos y profesoras de danzas.
CAACUPÉ, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El Pbro. Arnaldo Godoy, rector del santuario nacional, dijo que la celebración litúrgica que se llevará a cabo en esta localidad, será una misa emotiva, con la diferencia de que no se rezará el credo por ser un día sábado. En este tipo de liturgias se atienden a los anhelos y se da preferencia a la devoción de los fieles.
Estas misas resaltan 19 aspectos centrales de la fe y están destinadas a fomentar la devoción de los fieles hacia misterios centrales, como la Trinidad, la Misericordia de Dios, Cristo, la Cruz, la Eucaristía, el Espíritu Santo, María, los Ángeles y los Santos. Este tipo de liturgias se utiliza en las festividades importantes como la festividad de la Inmaculada Concepción, celebrada el 8 de diciembre.
Se tendrá un promedio de 12 acólitos que ayudarán durante la misa, los monaguillos, que son aproximadamente 25, estarán dentro del santuario, donde recibirán la bendición del Santo Padre, pero no podrán desarrollar su tarea de siempre por la gran cantidad de sacerdotes y obispos que estarán en el presbiterio, tanto del exterior como de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
Cuando el papa Francisco llegue a la explanada, ingresará al santuario, donde enfermos y excombatientes, representando a todas las parroquias de la diócesis estarán esperando la bendición del Sumo Pontífice. Luego se dirigirá al lugar donde está el sagrario para una oración personal, antes del cambio de indumentaria para la celebración litúrgica.
Luego de la misa, se realizará la presentación del ballet de danzas integrado por profesoras superiores, quienes realizarán una coreografía en homenaje a la mujer paraguaya, con la música: “La mujer paraguaya”, creación de Julián Abad e interpretada por el trío Ko’êju en vivo.
Una de las estrofas de la canción expresa: “El mejor premio Nobel, la mujer paraguaya arema orrecibí, pe ñe’ê ipotypáva, Francisco ombojeguáva, mundo pyre omyasãi, ne ñe’ê omopirîmbáva, ñe’ênga ombohorýva ha’e ndaijojahái.
La mujer paraguaya hoy se siente halagada, de su forma de ser. Luchadora incansable, valerosa, abnegada y sencilla a la vez.
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