“Francisco nos pone en la exigencia del servicio a los excluidos y descartables de la sociedad”, subrayó.

”Son tiempos propicios para reconocer que todos somos pecadores y necesitamos del perdón de Dios. No es un camino de tortura sino de liberación de todo aquello que oprime la conciencia. Es experiencia del amor misericordioso de Dios que perdona siempre”, sostuvo. 

”¿Hace mucho que no te confesás? ¿No te parece que este Año de la Misericordia te invita de una manera especial para acercarte al sacramento de la Reconciliación?, preguntó y aseguró que los textos de los evangelios iluminan sobre el amor misericordioso de Dios. 

El obispo gualeguaychense recordó que este domingo se cumplen “tres años del día en que eligieron Papa al cardenal Jorge Bergoglio” y consideró que “desde aquel 13 de marzo hubo un recorrido muy importante en la vida de la Iglesia”. 

”Hacia el interior de las comunidades nos ha insistido en la dimensión misionera para ser ‘Iglesia en salida’. La meta de cada día es ir a las periferias geográficas y existenciales, para llevar la Buena Noticia del amor de Dios a los pobres. Nos pone en la exigencia del servicio a los excluidos y descartables de la sociedad. Nos ayuda a poner en primer plano la alegría del Evangelio, y a compartirla con todos los hermanos. Es una enseñanza que impulsa a ‘tocar la carne sufriente de Cristo en el pueblo’, que nos libera de la conciencia aislada y del egoísmo”, subrayó. 

”De cara al mundo su incansable búsqueda de la paz, la justicia, el cuidado de los pobres y la casa común. Para que lo aprendamos de memoria, "ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos". Las ya conocidas tres T: Tierra, Techo y Trabajo”, agregó. 

Por último, monseñor Lozano sostuvo que el pontificado de Francisco “no pasa desapercibido y nos moviliza para ser coherentes con la predicación de Jesús” e invitó a dar gracias a Dios por “el regalo del sucesor de Pedro. Recemos por él, que de verdad lo necesita”.