En primer lugar, compartió su testimonio: “Años atrás estaba en el Luna Park, en la ciudad de Buenos Aires, porque dormía ahí cerca y consumía mucho. Hasta que conocí a un amigo que se estaba recuperando de su adicción a través del Hogar de Cristo y de a poco comencé a seguirlo. A través de este amigo conocí al padre Nicolás Angelotti, el padre Tano, que hoy es párroco de San José, en La Matanza. Así llegué a este Hogar de Cristo en el barrio Puerto de Hierro”.

 

Trillo dijo que el Hogar de Cristo San José tiene más de 40 casas de internación para adultos varones y mujeres, para menores, para abuelos y también para chicos con problemas mentales. Es así como están los centros barriales Formosa, San Cayetano, San Romero, Mujica, Cura Brochero y San Expedito. Asimismo, hay granjas de recuperación de adicciones: Virgen de Luján, Cura Brochero y San Francisco.

 

Leo también describió como articulaciones con el sistema educativo y de salud. “Además el Hogar cuenta con una casa de comidas llamada “El pan nuestro de cada dia”, donde los pibes en etapa de reincersión social pueden trabajar. Eso sumado a los diferentes talleres y actividades. “Siempre digo que el Hogar de Cristo me salvó la vida y cambió mi vida por completo. Ahora tengo la misión de ayudar a los chicos que llegan y darles una mano para que puedan mejorar su vida como la mejoré yo”, completó Trillo.

 

La Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC) puso en marcha el domingo pasado la Peregrinación 2022-2023 desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers. Los peregrinos llevarán una réplica de la Virgen de Luján por los centros barriales del Hogar de Cristo de la Argentina con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga. La misa de envío fue presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, vicario episcopal para las Villas y Barrios Populares porteños y vicepresidente de Cáritas Argentina. La homilía fue predicada por el padre José María “Pepe” Di Paola, párroco de San Juan Bosco, en la localidad bonaerense de José León Suárez, y presidente de la Federación Familia Grande Hogar de Cristo. “Hoy venimos a esta misa en San Cayetano. Somos de los Hogares de Cristo. Aquellos lugares que son lugares de compasión como los que nos pedía Jesús, lugares en donde recibimos a los que la sociedad descarta”, expresó el sacerdote al precisar su misión. “Por eso trajimos esta bandera aquí, al altar de San Cayetano: Ni Un Pibe Menos Por La Droga. Queremos una Argentina así y vamos a iniciar una caminata a partir de ahora con la Virgen de Luján que está aquí presente”, puntualizó.

 

El padre Di Paola subrayó que en esta caminata “están presentes muchos jóvenes que han dejado la droga y hoy vienen a agradecerle también como aquel que había perdido el trabajo. Iniciamos esta caminata para transmitir esta misma esperanza a otros jóvenes que hoy no la tienen”. Tras delinear el sentido del Hogar de Cristo, subrayó: “Queremos un país sin droga. Queremos un país lleno de esperanza para los jóvenes. Por no queremos que haya chicos que caigan por culpa de la droga”. El sacerdote detalló que “hoy iniciamos juntos a ustedes el recorrido de la Virgen de Luján y esta cruz que estuvo en el momento en que el papa Francisco, cuando era nuestro obispo en Buenos Aires, en 2008 lavó los pies de chicos que estaban sumergidos en el drama del paco y él a cada uno le lavó los pies como Jesús a los apóstoles” y recordó: “Vamos a cumplir en marzo, cuando termine este andar por todo el país, 15 años de vida y 10 años de la presencia de nuestro papa Francisco”.