¿Qué se perdió Judas con la traición a Jesús?, responde el papa Francisco

¿Qué se perdió Judas con la traición a Jesús?, responde el papa Francisco

Audiencia general del miércoles, el Pontífice inició un nuevo ciclo de catequesis que seguirá el “viaje” del Evangelio que narra el libro de los Hechos de los Apóstoles.

 

 

El papa Francisco explicó hoy que Judas, el discípulo que entregó a Jesús, prefirió el aislamiento, el dinero, incluso explotar a los pobres. Los apóstoles (los once que quedaron) eligen la “unidad en la diversidad” y la “libertad individual” para formar la “comunidad cristiana”. Los apóstoles dan una respuesta distinta a través de la reunificación del colegio apostólico, luego de la resurrección de Jesús y el suicidio de Judas. 

 

El Pontífice indicó que Judas explota “a los pobres”, “perdió de vista elhorizonte de la gratuidad del don recibido y dejó entrar en su corazón el virus del orgullo; y de amigo se volvió enemigo de Jesús (Mt 26.50) , traicionándolo” (Hechos 1:17)”. Lo dijo este miércoles 12 de junio de 2019, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Galería fotográfica Unidad

El Papa ha puesto la actitud de Judas como ejemplo de lo que aísla al hombre de la “comunión” con Dios, pues el discípulo que traicionó a Jesús había recibido libremente la gracia de formar parte del grupo inseparable del maestro. 

Judas “prefirió la muerte a la vida, un camino de oscuridad y ruina”. Los otros once discípulos, en cambio, “escogieron la vida y la bendición, convirtiéndose en responsables de trasmitirlas de generación en generación, del Pueblo de Israel a la Iglesia”. 

Francisco predicó sobre el “viaje” del Evangelio que narra el libro de los Hechos de los Apóstoles y que todo “tiene origen en la Resurrección de Cristo, que es la fuente de vida nueva”.

Por eso, “los discípulos permanecen unidos y perseverantes en la oración, junto a María, la Madre de Jesús y de la nueva comunidad, en espera de recibir el Espíritu Santo”. 

Diversidad

“Esa primera comunidad estaba formada por ciento veinte hermanos y hermanas, un número que contiene el doce, emblemático para Israel, por las doce tribus, y también para la Iglesia, por los doce Apóstoles elegidos por Jesús, que después de los acontecimientos dolorosos de la pasión, con la traición de Judas, se redujeron a once”.

Por eso, Francisco indicó la importancia de la reconstitución del cuerpo de los doce discípulos: “un signo de que la comunión gana sobre las divisiones, el aislamiento, la mentalidad absolutista del espacio privado. 

La “potencia de Dios” recibida de forma activa y “consolidada en la comunión” de los discípulos. Jesús lo había dicho: “Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos” (Jn 13, 35).

Belleza

Los doce manifiestan el estilo del Señor y no se jactan ante el mundo de “su presunta perfección”. Al contrario, los discípulos muestran la “gracia de la unidad, sacan a la luz un Otro que ahora vive de una manera nueva entre su pueblo”.  

“Los apóstoles eligen de vivir bajo el señorío del Resucitado” que se convierte en el único ambiente posible del auténtico don de sí mismo”. 

La invitación es a “redescubrir la belleza de dar testimonio del Señor resucitado, salir de actitudes autorreferenciales, renunciar a retener los dones de Dios y no ceder a la mediocridad”. 

Los apóstoles, con la reunificación del colegio apostólico de los doce, demuestran cómo el ADN de la “comunidad cristiana” está en la “unidad y libertad de uno mismo”. 

La unidad en la diversidad. Esto significa, según el Papa no temer a la “diversidad, de no atacarnos a cosas y dones y de convertirnos en mártires, es decir, testigos luminosos del Dios vivo y operante en la historia”. 

 

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