En el día de San Pedro y San Pablo, el obispo rezó por el papa Francisco

En el día de San Pedro y San Pablo, el obispo rezó por el papa Francisco

En el día en que toda la Iglesia Católica celebra la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino presidió la misa en la Catedral. Durante la eucaristía se rezó por las intenciones del papa Francisco, actual sucesor de Pedro, ya que en este día también se conmemora el día del pontífice.

Durante la homilía, monseñor Marino explicó, “hoy la Iglesia celebra el día del martirio de los santos apóstoles, Pedro y Pablo. Ellos son un signo de la unidad eclesial, apóstoles muy distintos y sin embargo profundamente unidos en la misma fe. Uno y otro, cimientos para la edificación de la Iglesia. Pedro fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús, y constituido cabeza de ese grupo apostólico, jefe visible de la Iglesia. Pablo hebreo de raza, pero nacido en el Asia menor y abierto a la cultura griega, él sintió el llamado de Dios que lo orientaba a ser un gran misionera y a predicar y a convertir principalmente a los paganos”. 

“El día de hoy, es también el día del pontífice, del Santo Padre, sucesor, del apóstol San Pedro y por eso hoy sentimos la obligación de rezar especialmente por él, que tiene oficio tan comprometido, de guiar a la Iglesia, de mantener la unidad en la misma fe y en la caridad”, manifestó el obispo, resaltando la figura del papa Francisco.

Luego añadió “pedimos por el papa Francisco, los obispos y toda la jerarquía de la Iglesia; este año especialmente pedimos la luz, y la asistencia prometida por Jesús en orden a la realización del próximo Sínodo de los obispos sobre la familia. Pedimos también luz para que los pastores de la Iglesia, puedan ser siempre servidores de la verdad, testigos de Cristo, que es la Verdad.  

Haciendo alusión a la última encíclica, Laudato Sí’, del papa Francisco, monseñor Marino expresó, “en ella nos habla sobre la preocupación por la casa en que vivimos: este mundo, del cual somos parte. No sólo habla del mundo material, sino de una ecología integral, y en un párrafo nos dice, ‘dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades: Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social”. Monseñor Marino, remarcó que las palabras del Santo Padre, son oportunas en el marco del reciente protocolo “muy contrario a este pensamiento”, según ha denunciado la Mesa Ejecutiva de la CEA, donde se presenta el aborto como un derecho, se limita la objeción de conciencia del médico y se excluye la objeción de conciencia institucional. 

Finalmente el pastor de la Iglesia de Mar del Plata concluyó, “los cristianos, como los apóstoles y mártires, tenemos que continuar dando valiente testimonio, aunque perdamos ventajas de este mundo. Tenemos que aprender a ir contracorriente, y así la fe en Jesucristo, sigue viva y aún cuando parece que la corriente la ha tragado, resurge con fuerza y produce abundantes frutos de santidad”.

Comentá la nota