Paraguay: Polémicas y división entre obispos quedaron atrás

Paraguay: Polémicas y división entre obispos quedaron atrás

Entrevista con el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Claudio Giménez, con un balance de la reciente visita del Papa y los desafíos dejados por Francisco al país sudamericano

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ

CIUDAD DEL VATICANO

La Iglesia paraguaya está en paz, después de meses de polémicas entre los obispos. Una crisis que alcanzó su ápice con la remoción –determinada por el Papa- de Rogelio Livieres Plano, pastor de Ciudad del Este. Pero la intervención de Francisco no se quedó sólo allí. El nombramiento de cinco nuevos obispos, y el traslado de uno más, puso las bases de una renovación en el episcopado. Y su visita pastoral al país consolidó un tiempo de pacificación.

Cuando Livieres dejó obligadamente su diócesis, en septiembre de 2014, arrecieron las críticas contra Bergoglio. El mismo obispo advirtió al pontífice que algún día iba a “rendir cuentas a Dios” por sus acciones. Pero el Papa no respondió y esperó a su viaje apostólico, en julio pasado.

En Asunción se reunió con todos los obispos y les leyó una carta de Livieres. El gesto de Francisco tuvo impacto reconciliador y, apenas la semana pasada, los obispos Edmundo Valenzuela y Guillermo Steckling visitaron a Livieres en el hospital Austral de Argentina, donde se recupera de un implante hepático. Sobre este momento de la iglesia paraguaya habló, en entrevista, Claudio Giménez, obispo de Caacupé y presidente de la Conferencia Episcopal. 

¿Cuál es el balance del reciente viaje apostólico del Papa Francisco a Paraguay?

Altamente positivo, elevó enormemente la autoestima del pueblo paraguayo. Tanto el Papa como la prensa internacional nos ayudaron a valorarnos más como Iglesia y como nación.

De todos los mensajes lanzados por el Papa, ¿cuál cree que fue el más importante?

Difícil decir cuál, porque en cada lugar se refirió a grupos diversos y a cada grupo dio un mensaje oportuno, adecuado. Personalmente valoro mucho sus palabras en Caacupé, sobre la religiosidad paraguaya centrada en María santísima aquí en su santuario. Nuestro amor a María debe llevarnos a amar mucho más a Jesús.

Paraguay recibió al Papa después de un periodo difícil y de tensiones entre los obispos, sobre todo a raíz de la investigación y posterior salida del obispo de Ciudad del Este, Livieres. ¿Esos contrastes quedaron atrás? ¿Se lograron pacificar las relaciones episcopales?

Las medidas tomadas por el Papa antes de visitar Paraguay ayudaron muchísimo a la pacificación.  Otro paso importante fue el nombramiento de cinco nuevos obispos y el traslado reciente de uno. A todo esto se agrega la visita que causó una gran alegría y trajo mucha paz. Es de esperar que el resultado sea la renovación profunda del episcopado y de toda la Iglesia en Paraguay; que pasemos de la emoción a la conversión.

¿Es cierto, como trascendió, que durante el encuentro de los obispos del Paraguay con el Papa este leyó una carta que le envió Livieres? ¿Esto fue una rehabilitación de él?

Sí, es cierto. El Papa nos leyó una carta de Mons. Livieres. Pero no estoy autorizado para hablar sobre el contenido. Esperamos que el santo padre le conteste y se publiquen ambas cartas.

En su visita el Papa hizo referencia a un policía secuestrado desde hace un año y pidió su liberación. ¿Cómo continuará la Iglesia paraguaya esa exigencia?

No me he percatado que el Papa haya hecho una alusión directa a este caso. Sí recuerdo perfectamente que una joven leyó una intención en la Misa de Ñu Guazú pidiendo la liberación del Policía secuestrado. La Iglesia seguirá insistiendo.

En su paso por los tres países (Ecuador, Bolivia y Paraguay) el Papa pareció dejar en claro que la Iglesia está para colaborar con el Estado para sacar adelante a los diversos países, sin oponer muros, ¿ustedes lo interpretaron así?

Entre nosotros eso no se discute. La Constitución Nacional paraguaya es clara al respecto: autonomía y colaboración entre Estado e Iglesia. Esto se puso muy bien en práctica en ocasión de la visita papal. El resultado está a la vista

¿Qué desafíos le dejó el Papa Francisco a la Iglesia paraguaya?

Los obispos ya hicimos una primera evaluación de la visita. Vamos a rescatar las ideas directrices del Papa y las vamos a aterrizar pastoralmente por unos cuantos años. Un punto concreto: la pastoral social debe renovarse totalmente.  El santo padre volvió feliz a Roma. Se sintió en casa en Paraguay. Se emocionó en Caacupé. La gente le expresó su cariño y cercanía. Sabían de quién se trataba. Los niños y jóvenes fueron preparados en sus escuelas y colegios, gracias a una excelente iniciativa del Ministerio de Educación.

Los servidores recibieron una formación especial, con textos preparados y distribuidos a las diócesis, elaborados por la Comisión Central. A pesar del poco tiempo desde el anuncio oficial, el resultado fue óptimo. La prensa jugó un rol preponderante. Lo más relevante fue la juventud; su espíritu de servicio y sacrificio, su alegría, su integración a nivel nacional, su desbordante amor al Papa Francisco. 

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