Paraguay: los obispos comparten 'las alegrías y tristezas' de su pueblo

Paraguay: los obispos comparten 'las alegrías y tristezas' de su pueblo

Al concluir su 239ª Asamblea Plenaria, el episcopado paraguayo animó a todos los bautizados a participar de una verdadera renovación eclesial

Los obispos del Paraguay concluyeron la 239ª Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), presidida por el cardenal Adalberto Martínez y realizada en el Seminario metropolitano de Asunción, del 30 de octubre al 3 de noviembre, en la que abordaron diversos temas de relevancia eclesiástica y recibieron la visita del presidente de la República, Santiago Peña.

Algunos de los temas abordados fueron sobre la misión del laico, la sinodalidad, reflexiones sobre la preocupante realidad social, como los violentos desalojos de indígenas y campesinos, las cárceles sin suficiente atención para la rehabilitación, el aumento de niños en situación de calle, el crecimiento de los feminicidios, la destrucción de la naturaleza, la explotación de los recursos naturales, la falta de atención a la agricultura familiar campesina, la falta de recursos para la salud y educación, y la autoasignacion de “jugosos salarios por parte de los representantes del pueblo”.

El combate a la pobreza extrema, la atención a la población indígena, la necesidad de agua potable en comunidades y la búsqueda de un mayor trabajo por la equidad fueron otras de las principales preocupaciones que los obispos del Paraguay transmitieron al presidente Peña durante su visita a la Asamblea de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

El arzobispo de Asunción y presidente de la CEP, cardenal Martínez Flores, explicó en una conferencia de prensa que los obispos manifestaron al mandatario su preocupación por los sectores más vulnerables de la sociedad, "en un país que necesita trabajar mucho por la equidad’’.

‘‘En Paraguay hay mucho que trabajar por la equidad, y creo que juntos podemos. Se dio un primer diálogo. Probablemente, se abrirán también otras mesas de trabajo para, de ese modo, también poder enfrentar situaciones que requieren a largo plazo soluciones duraderas’’, refirió el purpurado.

Entre las principales recomendaciones de los obispos, se encuentran la atención por los sectores más vulnerables, el combate a la pobreza, el sector indígena, ‘‘del que se habló suficientemente’’, y, según el cardenal, Peña dio buenas propuestas para tratar el arraigo de los pueblos originarios.

También se mencionó la necesidad de agua en algunos sectores del país. ‘‘Creo que él tomó nota de eso, y esperamos poder paliar esa situación de vulnerabilidad de nuestros compatriotas’’, expresó el arzobispo.

Sobre la visita del nuncio apostólico, monseñor Eliseo Ariotti, el presidente de la CEP destacó que se acercó para manifestar a los obispos lo que ha sido la reunión del Papa con el Sínodo. 

 

 

Entre otros temas abordados por los obispos, figuran el Año del Laicado y el Programa del Congreso diocesano y nacional, así como el Jubileo 2025 y el Año de la Oración 2024; finalmente, luego de una breve pausa, se presentará el informe del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).

Por último, la Asamblea hizo un análisis de la realidad nacional por parte de la Pastoral Social Nacional y se realizó la presentación de informes de los Secretarios Ejecutivos de las Comisiones y Coordinaciones Pastorales.

También, los obispos aprobaron el Calendario de actividades de la CEP para el 2024 y la evaluación de las Cinco Líneas de acción pastoral por parte de la Comisión Episcopal de Pastoral.

“Nos anima la revitalización de fe y el compromiso de los laicos, demostrado durante los dos años dedicados a ellos. Confiamos en que continúen siendo fermento de cambio y transformación de la sociedad”, escribieron los prelados en el mensaje final.

“Como Iglesia en el Paraguay -se lee en el texto difundido al concluir la Asamblea-, frente a esta realidad, apostamos a una sociedad diferente, justa e inclusiva, tal como garantiza nuestra Constitución Nacional. Realizamos nuestro compromiso y acción a través de las diferentes pastorales, que cuidan la vida y la familia, procurando un desarrollo integral, acompañando al pueblo de Dios en sus sueños y esperanzas, sobre todo a las familias, en sus numerosas necesidades y la permanente amenaza a sus valores”.

Y agregaron: “En esta sociedad global materialista y consumista, los laicos están llamados al discernimiento de la verdad sobre la vida, la familia y la sexualidad humana. Las familias sufren ataques y hay un rechazo a la voz de la Iglesia sobre la naturaleza de la familia y el matrimonio como unión entre un hombre y una mujer, sobre su indisolubilidad, el amor conyugal fiel y fecundo, y la apertura a la vida”.

“Volviendo nuestros ojos hacia nuestra Madre Santísima, Nuestra Señora de Caacupé, pedimos su protección maternal para todas las personas que habitan este bendito pueblo”, concluye el mensaje de la CEP.

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