Papa pide no hablar de política a países anfitriones mientras él esté

Papa pide no hablar de política a países anfitriones mientras él esté

Representantes diplomáticos ante la Santa Sede se reunieron con periodistas.

El embajador ecuatoriano ante la Santa Sede, Luis Latorre, dijo que en el viaje del Pontífice no se hablará de política y que “dará beneficio espiritual y una voz de aliento al pueblo”. Las declaraciones fueron vertidas durante un encuentro de los diplomáticos de Ecuador, Paraguay y Bolivia, países que serán visitados por el papa Francisco, en julio próximo.

Tanto Latorre –de Ecuador–, Esteban Kriskovic –de Paraguay– y la encargada de negocios de Bolivia ante el Estado pontificio, Erika Farfán Mariaca, hablaron de los preparativos que están realizando los países anfitriones.

PRIMERA GIRA

Recordemos que el papa Francisco realizará su segunda visita a Sudamérica, pero será la primera gira, ya que en el 2013 estuvo por Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud. En esta ocasión, visitará Ecuador, Bolivia y Paraguay, entre el 5 y el 13 de julio, según el programa establecido por el Vaticano.

“Es increíble lo que se está preparando en Bolivia. El viaje será trascendental e histórico, pues no es una visita cualquiera”, dijo la diplomática Bolivia. La misma espera que la presencia de Francisco pueda lograr la renovación y la conciliación en el país, ya que la visita es un “gran acontecimiento espiritual”.

PARAGUAYO

Kriskovic recordó el afecto que tiene el Pontífice con el pueblo paraguayo, teniendo en cuenta que cuando trabajó como arzobispo de Buenos Aires siempre apoyó a los compatriotas. Destacó que además de las grandes concentraciones, también tiene prevista pequeñas actividades, como la visita a los barrios ribereños, a los niños enfermos y también un encuentro con las familias del Ycuá Bolaños, supermercado en el que murieron 400 personas en el año 2014.

Respecto a la preparación de la visita, el embajador ecuatoriano expresó su satisfacción y por haber llegado a un acuerdo para celebrar la misa en Guayaquil, finalmente en el parque Los Samanes, y no en los alrededores del santuario de la Divina Misericordia, por razones de seguridad.

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