El Papa intentó darles esperanza a los jóvenes en territorio narco

El Papa intentó darles esperanza a los jóvenes en territorio narco

En su penúltimo día en México, visitó ayer una zona golpeada por los carteles y el tráfico de drogas; "Jesús nunca nos invita a ser sicarios", clamó; hoy se despide del país en Ciudad Juárez

Por Elisabetta Piqué

MORELIA-. "Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama a ser discípulos. Él nunca nos mandaría al muere."

Al convertirse ayer en el primer papa que pisa esta tierra de carteles, violencia, homicidios y narcopolítica, Francisco nuevamente fue directo al grano. Y con palabras fuertes, en porteño, como cuando habla desde las entrañas, volvió a condenar duramente el narcotráfico e hizo un llamado a los 30 millones de jóvenes de México a seguir a Cristo, la única salida para no terminar como "meros mercenarios de ambiciones ajenas".

"Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte", clamó con pasión en un encuentro con jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón, de esta ciudad.

"Es de la mano de Jesús que podemos decir que es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es en la pobreza y en la marginación; en la marginación de oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza -señaló-. Es Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Me han pedido una palabra de esperanza, la que tengo para darles se llama Jesucristo."

En el centro geográfico de México, a 1921 metros sobre el nivel del mar, Morelia es la capital del estado de Michoacán, donde viven poco más de cuatro millones de personas. Se trata de una zona del país especialmente violenta, tierra de carteles y de mucha sangre derramada. Aquí operan cinco grupos de delincuencia organizada: el cartel del Pacífico, el cartel Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas.

El uso faccioso de jóvenes para su reclutamiento, los homicidios, la desaparición forzada y la extorsión son moneda corriente. La "narcopolítica", también. Al respecto, se recuerda un caso paradigmático: la detención del hijo del gobernador Fausto Vallejo por su vinculación con Los Caballeros Templarios, un escándalo que provocó la renuncia del funcionario.

Otro hecho marcado a fuego aquí fue el sangriento atentado cometido por los narcos la noche del 15 de septiembre de 2008, cuando se celebraba El Grito, que conmemora cada año la independencia, fuera de la bellísima catedral de estilo barroco de la ciudad. Hubo ocho muertos.

Pero hay más. Debido al aumento del crimen organizado en Michoacán, diversos ciudadanos formaron grupos de autodefensa, con el argumento de que los poderes locales y estatales no eran capaces de garantizar su seguridad. Se estima la existencia de 20.000 personas asociadas a estos grupos, que en muchos casos se han vuelto defensas rurales, una figura reconocida por el Estado y promovida a través de la Secretaría de Defensa. Sumando todo esto, se entiende el porqué de la visita papal.

"Michoacán te recibe con el alma", fue el lema elegido para darle la bienvenida a Francisco, que llegó por la mañana temprano en un vuelo de menos de media hora desde Ciudad de México. En una escala organizada por el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo de esta ciudad, muy cercano a la gente -todo lo contrario al arzobispo de Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera-, más de 300.000 personas salieron a la calle para darle una efusiva bienvenida. No había tramo de los recorridos que hizo con el papamóvil que no estuviera abarrotado de gente exultante, con banderas del Vaticano y de México, imágenes de la Virgen de Guadalupe y sombreros para regalarle.

Después de celebrar una misa muy festiva en un estadio al aire libre (ver aparte), tras un almuerzo y descanso en el arzobispado, el Papa visitó la famosa catedral de estilo barroco de Morelia, donde tuvo un muy cálido encuentro con chicos, a los que abrazó y besó.

El plato fuerte fue el encuentro con jóvenes, que tuvo poco antes de volver por última vez a Ciudad de México, desde donde hoy volará a Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, antes de emprender el regreso a Roma.

En un discurso en forma directa, comprensible y sin eufemismos, y con varios porteñismos, intentó sacudir a los jóvenes.

Antes, en sus testimonios, éstos pusieron sobre la mesa una realidad dramática. "Aumentan entre nosotros las víctimas del narcotráfico, la violencia, las adicciones y la explotación de las personas. Muchas familias sólo han podido llorar la pérdida de sus hijos porque la impunidad ha dado alas a quienes secuestran, estafan y matan", denunciaron.

"La principal amenaza a la esperanza son los discursos que te desvalorizan, que te hacen sentir de segunda. La principal amenaza a la esperanza es cuando sentís que no le importás a nadie o que estás dejado de lado. La principal amenaza a la esperanza es cuando sentís que da lo mismo que estés o que no estés. Eso mata, eso nos aniquila y es puerta de ingreso a tanto dolor", dijo Francisco.

"La principal amenaza a la esperanza es creer que por tener un gran carro [auto] sos feliz. Ustedes son la riqueza de México, ustedes son la riqueza de la Iglesia", clamó.

Admitió que no es fácil "sentirse la riqueza" al estar expuestos "continuamente a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de organizaciones criminales que siembran el terror".

"Es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos, lo que termina impulsándolos a situaciones límite. Es difícil sentirse la riqueza de un lugar cuando, por ser jóvenes, se los utiliza para fines mezquinos seduciéndolos con promesas que al final no son tales", siguió.

"Pero, pese a todo, no me voy a cansar de decirlo: ustedes son la riqueza de México. No crean que les digo esto porque soy bueno o porque la tengo clara. Les digo esto -concluyó- porque, como ustedes, creo en Jesucristo. Y es él el que renueva continuamente en mí la esperanza."

El último día, al borde la frontera con EE.UU.

Hoy

Ciudad Juárez

10.00 (hora local) Llegada al aeropuerto Abraham González de Ciudad Juárez, tras el viaje desde Ciudad de México

10.30 Visita al Centro Penitenciario Cereso N° 3, donde el Papa se encontrará con más de 700 presos y algunos de sus familiares

12.00 Encuentro con el mundo del trabajo en el colegio de bachilleres del estado de Chihuahua

16.00 Misa en la feria de Ciudad Juárez, a sólo 50 metros del río Bravo, fronterizo con El Paso (Texas); el Papa se dirigirá a las familias víctimas de la violencia, a los migrantes y a los indígenas

19.00 Ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez, con la presencia del presidente Peña Nieto

19.15 Regreso en avión a Roma

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