Papa Francisco, la única voz diferente en el mundo

Papa Francisco, la única voz diferente en el mundo

Texto de Mario Calabresi, director del periódico turinés “La Stampa”

En esta época en la que parece haber un pensamiento único, que acalla cualquier diferencia y cualquier sensibilidad, con destripaterrones o con la cruda contabilidad, hay un solo hombre que habla tercamente de personas y de humanidad. 

Papa Francisco nos recuerda que somos hombres y mujeres, que tenemos derechos, pero también deberes hacia los que son demasiado pequeños o demasiado ancianos, para los que están demasiado enfermos o débiles para caminar solos. 

El pensamiento único dominante acepta «la economía del descarte», que arrincona a los que no tienen trabajo y no son productivos, y también predica la cerrazón en las propias identidades y en las propias fronteras. Tratar de recordarnos de dónde venimos, volviendo a descubrir el valor de los «abuelos», entendidos como los que mantienen la memoria, es la única manera para saber hacia dónde ir. Sin memoria no hay futuro, y solo con un pacto generacional y social, que sea exactamente lo opuesto de las guerras civiles a las que asistimos todos los días, podemos pensar en salir de la crisis. 

Pero, para lograrlo, no podemos quedarnos quietos «esperando la recuperación», sentados en la banca («o jubilados a veinte años»), sino que hay que apostar por la formación de los jóvenes, por la solidaridad, por una mirada amplia y por la valentía. «Osen, sean valientes», porque solo con un pensamiento nuevo y diferente podremos lograrlo.

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