El Papa sigue resfriado. Aunque celebró como siempre su misa matutina en la capilla de Santa Marta, por segundo día consecutivo decidió suspender sus actividades para resguardarse.

"El Santo Padre ha celebrado misa esta mañana y al final, como es costumbre, saludó a sus participantes, pero decidió posponer las audiencias oficiales de hoy", dijo a los periodistas Matteo Bruni, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede. Para no crear alarmismo en medio de la psicosis por el nuevo coronavirus en Italia, Bruni agregó que "los encuentros en agenda prosiguen regularmente".

En las últimas oportunidades que se lo vio en público, ayer por la mañana y el miércoles durante la misa de las cenizas que abre la Cuaresma, cuando probablemente tomó frío, al Papa se lo vio sonándose la nariz y tosiendo, con la voz tomada. Aunque nadie lo ha confirmado, se presume que sus médicos le deben haber realizado el test para descartar el coronavirus ya que, al tener 83 años, aunque tiene un buen estado de salud, Jorge Bergoglio está entre el colectivo bajo riesgo.

De todos modos no reina preocupación en el Vaticano, que ayer no habló de resfrío sino de "leve indisposición". Este domingo, a menos que haya cambio de planes, el Papa se irá de retiro espiritual de Cuaresma junto a sus principales colaboradores de la curia romana, hasta el viernes próximo, en un casa de retiro en Ariccia, en las afueras de Roma.

Por: Elisabetta Piqué