Papa Francisco, el peligro rojo

Papa Francisco, el peligro rojo

"El Papa Francisco es objeto de duras críticas por parte de muchos medios, y con mucho mayor énfasis por parte de los principales medios porteños..."

El Papa Francisco es objeto de duras críticas por parte de muchos medios de comunicación, y con mucho mayor énfasis por parte de los principales medios porteños, que lo muestran como si diariamente dedicara sus mayores energías a operar en la política Argentina.

Esa es tal vez la razón por la que mucha gente que no se interesa por lo religioso, que no le daba mayor importancia a Bergoglio antes de ser elegido Papa y que en general no tiene ni idea de qué hace el pontífice al frente de la barca de Pedro; opina virulentamente del Papa chavista que le pintan estos medios.

El domingo uno de los portales de noticias más influyentes del país se ocupó de advertir la peligrosa postura del líder religioso que había realizado su prédica en base a una parábola que es “una metáfora del comunismo”, según se explicó; y además, un guiño a favor del presidente Alberto Fernández en sus planteos sobre la denominada meritocracia. Sí, aunque cueste creerlo, Alberto Fernández es un comunista católico; y el Papa, otro comunista.

La lectura de la misa del domingo hacía referencia a la parábola del evangelio de San Mateo contada por Jesús en la que el propietario de una viña contrata a algunos trabajadores al inicio del día y se compromete a pagarles un denario al atardecer. Posteriormente contrata otros trabajadores durante la mañana, al mediodía y aún a la tarde. Para sorpresa de los primeros convocados, una vez concluida la jornada laboral, les paga primero a los que habían llegado último y menos habían trabajado; y por ultimo les paga a los que completaron la jornada laboral desde el amanecer. Y a todos les paga lo mismo, un denario.

Jesús concluyó diciendo que el reino de los cielos será como esa viña, donde los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros.

De las muchas interpretaciones posibles, una de ellas señala que los líderes religiosos judíos –que buscaban un elemento para poder acusar a Jesús– eran aludidos elípticamente por el Mesías. Ellos trabajaban para Dios sirviéndole, todo el tiempo, al igual que los trabajadores que fueron a la viña de madrugada. Sin embargo, el Hijo de Dios, les estaba diciendo que en su reino celestial no tendrían ningún privilegio, sino por el contrario, serán los últimos en consideración. Otra interpretación sencilla es que el Dios que es amor valora la conversión en el corazón del hombre, aún después de una vida de pecado, y no la mera acumulación de tiempo en la práctica religiosa.

El Papa Francsico añadió en su cuenta de Twitter: “Quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero”, refiriéndose a quienes confían que todo lo pueden sin Dios, que encaminan su vida a la consecución de bienes materiales, de poder, de placeres sin considerar la vida espiritual, sin cuidar el alma ni buscar la virtud .

Posiblemente Francisco coincida con que no se puede establecer el valor del “mérito”, de aquello que cada uno logra en su vida, sin considerar desde qué posición lo consigue, desde dónde parte.

Para algunos columnistas el peligro está en pensar que se postula la igualación en el sentido de que de nada vale el logro obtenido, que es lo mismo ser un burro que un gran profesor.

Claro que no es así, aunque siempre será más cómodo ese recorte que en realidad pensar el porqué de las profundas desigualdades que se dan en el país, en Educación, en Salud, en acceso a la vivienda o en el ejercicio de otros derechos. Ya tras analizar esa situación, lo normal sería buscar atenuarlas

No es mérito lo que se consigue sobre la base de enormes desigualdades. No es mérito lo que algunos consiguen sobre la base de la pobreza y la postergación de millones. Y esa consideración está tan lejos del comunismo como el autor de esta nota lo está de la presidencia de la Federación Sueca de Karate.

Es tarea de cualquier gobierno del mundo trabajar para disminuir esas desigualdades. Algunas medidas son resistidas por sectores poderosos de la Argentina, que apelan incluso al Papa, tergiversando su mensaje, para justificar posiciones de privilegio es

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