El papa Francisco está reunido con el presidente de México, Enrique Peña Nieto

El papa Francisco está reunido con el presidente de México, Enrique Peña Nieto

Así comienza su agenda oficial en el país norteamericano; más tarde se reunirá con obispos y brindará una misa en la Basílica de Guadalupe

CIUDAD DE MÉXICO.- El papa Francisco se volvió a encontrar con miles de mexicanos esta mañana en su camino desde la Nunciatura, donde se hospeda, hasta el Palacio Nacional, donde es recibido por el presidente Enrique Peña Nieto, en el comienzo de su agenda en la visita de cinco días al país norteamericano.

Apostados en las afueras de la Nunciatura, donde durmió, y en el céntrico Zócalo donde iniciaría sus actividades, multitudes de católicos desafiaron el duro frío matinal para ver al líder de la Iglesia Católica mientras entonaban canciones como la tradicional "Cielito Lindo".

Después de que miles de personas lo recibieran en las calles de la capital anoche con cánticos y música de mariachi, Francisco se bajó hoy del papamóvil para acercarse a sus fieles, donde recibió el abrazo de ancianas y saludó y dio su bendición a un grupo de minusválidos en sillas de ruedas. Además, repartió rosarios a los fieles en sillas de ruedas y abrazó a un joven que portaba una mascarilla quirúrgica.

Después del recorrido en el papamóvil, el Papa fue recibido por Peña Nieto, su mujer, Angélica Rivera, y el gabinete de gobierno en el Palacio Nacional.

Es la primera vez que un presidente mexicano recibe en el Palacio al jefe de la Iglesia católica, un gesto simbólico en un país devoto pero con una larga tradición laica y que apenas en 1992 restableció relaciones diplomáticas con el Vaticano.

La visita del papa a México fue buscada con insistencia por el gobierno de Peña Nieto, que ha sido blanco de fuertes críticas por la situación de derechos humanos en el país y casos como la desaparición y presunta masacre de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Tras el encuentro con el mandatario del PRI, Francisco volverá al "papamóvil" para bordear la plaza desde el Palacio Nacional hasta la Catedral Metropolitana, donde sostendrá una reunión de una hora con los obispos de México, según la agenda oficial.

Desde la Catedral, el Papa volverá a la Nunciatura, en un recorrido lento para a los fieles desde su vehículo, puesto que el programa oficial prevé emplear hora y media en recorrer los 14 kilómetros que separan el zócalo de la Nunciatura.

A partir de las 16.45 hora local (19.45 en la Argentina) comenzará una misa en la Basílica de Santa María de Guadalupe, uno de los actos más multitudinarios e importantes de su visita. El primer papa latinoamericano ha expresado en distintas ocasiones su amor por la "Patrona de América'', incluso desde el avión antes de emprender el viaje.

Se espera la llegada de cientos de miles de fieles hasta la Basílica, uno de los lugares de peregrinación mariana más concurridos del mundo. Se prevé que a la misa acudan decenas de autoridades políticas y religiosas.

Francisco ha manifestado su emoción por estar en el santuario y ha dicho que, al terminar la misa, le gustaría rezar solo y en silencio frente a la imagen de la virgen.

Según la tradición católica en este punto, el cerro de Tepeyac, la Virgen de Guadalupe se apareció al indígena Juan Diego hace casi 500 años.

Según la agenda oficial, la homilía durará casi tres horas y al terminar, el Papa regresará de nuevo hasta la sede de la Nunciatura, ubicada en la calle Juan Pablo II de la Ciudad de México, a 16 kilómetros de la Basílica.

Una agenda con mucho simbolismo

Aún conmocionado por el motín que el jueves dejó 49 muertos en una cárcel de Monterrey (norte), México condensa muchos de los temas que preocupan a Francisco: una sociedad desigual donde la mitad de sus habitantes sigue siendo pobre, un país acechado por la violencia del narcotráfico y donde miles de migrantes viven un calvario tratando de llegar clandestinamente a Estados Unidos. En ese sentido, la elección de las paradas del papa parece estar cargada de simbolismo.

Mañana visitará Ecatepec, una sobrepoblada ciudad de la periferia de la capital que vive un repunte de violencia, especialmente hacia las mujeres.

El siguiente punto será el lunes en Chiapas (sur), el estado más pobre e indígena del país, donde está previsto que el papa de una misa con fragmentos en tres lenguas indígenas (tzotzil, tzeltal y chol) y que apruebe un decreto para el uso de lenguas nativas en las misas.

El martes, Francisco visitará Morelia, la capital del convulso estado de Michoacán (oeste), donde en 2013 grupos de autodefensas se levantaron en armas contra los abusos del cártel de Los Caballeros Templarios.

El Papa se reservó para el final de su viaje la fronteriza Ciudad Juárez, que durante años fue considerada la más peligrosa del mundo y que ahora trata de cicatrizar heridas abiertas por los feminicidios y la violencia que vivió.

Francisco visitará allí una cárcel y se despedirá con una simbólica misa en el borde de la frontera con El Paso (Texas, Estados Unidos) por donde miles de migrantes cruzan clandestinamente cada año y donde se espera que participen padres de los 43 estudiantes desaparecidos.

Antes de llegar a México, Francisco hizo una escala de horas en Cuba donde se encontró con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, una reunión histórica que selló el reencuentro entre el cristianismo de oriente y occidente.

Agencias AFP, DPA y AP

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