El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, destacó y explicó por qué la Pascua es “la fiesta de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Y deseó que esta festividad “tenga la fuerza y la proyección de esta vida nueva de alegría y amor que el Padre sueña y nuestros hermanos necesitan”.
“Esta es la fiesta del Padre, que amó y ama apasionadamente al Hijo y a todos nosotros. Por esta fiesta el Padre contempla a la humanidad redimida”, precisó y agregó: “Esta es la fiesta de Jesús, que se entregó plenamente. Contemplamos la tumba vacía porque Él Vive. Él venció la muerte, el odio y el miedo y nos da ejemplo de cómo vivir”.
“Esta es la fiesta del Espíritu Santo. Él asiste a miles de personas que con generosidad trabajan por los demás. Les dio coraje y fuerza a los santos y nos la da a nosotros para una entrega permanente”, completó.
El prelado recordó que san Agustín refiriéndose a la vigilia pascual decía: "Esta es la noche de todas las noches".
“Esta vigilia es inicio de vida nueva, es luz, es paz, es alegría, es entrega, nos da la certeza del infinito amor de Dios. Por eso, dice san Atanasio ‘la Resurrección de Jesús hace de nuestra vida, una fiesta sin fin’", subrayó.
Por último, monseñor Radrizzani deseó que esta fiesta “tenga la fuerza y la proyección de esta vida nueva de alegría y amor que el Padre sueña y nuestros hermanos necesitan”.
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