El presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, visitó este lunes las oficinas de AICA, ubicada en el centro histórico de Buenos Aires, y mantuvo un encuentro ameno y cordial con su director, Miguel Woites, y el resto del personal de la agencia.
El prelado valoró la “pasión evangelizadora” que ponen en su tarea, recordó su pertenencia a la Conferencia Episcopal, consideró necesario establecer una política comunicacional común en relación con los grandes temas que preocupan a la Iglesia en la Argentina, y prometió volver para coordinar nuevas tareas.
El presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor. Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje, visitó este lunes las oficinas de AICA, ubicada en el centro histórico de Buenos Aires, y mantuvo un encuentro ameno y cordial con su director, Miguel Woites, y el resto del personal de la agencia.
“Me dio mucha alegría poder reconocerlos, verlos en el lugar de trabajo, valorar la pasión evangelizadora que ponen en su tarea”, destacó el prelado, y agregó: “Escuchar sus inquietudes, nos renovó en la esperanza de que estas reuniones continúen con más fluidez y tengan más continuidad”
El prelado especificó cuál es la relación estatutaria que debe existir entre la Comisión y la agencia AICA, y recordó que uno de los objetivos del organismo a su cargo es “mantener una comunicación habitual con la Oficina de Prensa de la CEA y la agencia de noticias AICA”.
“Este diálogo que hemos tenido, este conocimiento, el saber del servicio que prestan, nos va a ayudar”, sostuvo.
El presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social dialogó con el personal de AICA sobre la necesidad de establecer una política comunicacional común en relación con los grandes temas que preocupan a la Iglesia en la Argentina.
Asimismo, se conversó sobre el modo cómo las diócesis deben enviar el material informativo y convertirse, de algún modo, en corresponsales de AICA.
“AICA debe recibir esas buenas noticias de nuestras Iglesias particulares y comunicarlas”, insistió el prelado.
Monseñor Olivera almorzó con el personal de AICA en las oficinas del tercer piso de Bolívar 218, donde valoró ese momento compartido y antes de irse, destacó: “Me voy con mucha alegría, con ganas de volver, que eso es siempre bueno”.
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