Mons. Colombo convocó a un año jubilar para profundizar el servicio evangelizador

Mons. Colombo convocó a un año jubilar para profundizar el servicio evangelizador

Es para agradecer por los 90 años de la creación de la diócesis de Mendoza. Buscará acentuar, en clave vocacional y misionera, lo actuado hasta ahora. Comenzará el 8 de diciembre de este año.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, convocó a un año jubilar para profundizar y renovar el servicio evangelizador, en el marco de las celebraciones por los 90 años de la creación de esa jurisdicción eclesiástica.

“Será un año jubilar para dar gracias por los noventa años de la Iglesia mendocina y para celebrar nuestra vocación y misión de discípulos misioneros de un Dios que nos está siempre enviando a los hermanos, como miembros de una Iglesia en salida, casa de todos y hospital de campaña”, sostuvo en una carta pastoral de convocatoria.

“Lejos de pensar en una mega celebración que nos distraiga del camino emprendido o nos sobrecargue innecesariamente con eventos, queremos acentuar, en clave vocacional y misionera, lo que ya estamos haciendo, reforzando con algunos signos pastorales comunes de toda la arquidiócesis, los decanatos y parroquias este deseo de renovar nuestra vida y misión”, puntualizó.

Tras hacer un recuento histórico de la vida diocesana y los pastores que la condujeron, el prelado consideró “imprescindible volver nuestra mirada a Jesús, camino, verdad y vida”.

“Sólo en el encuentro con el Señor, recibimos la fuerza para transformarlo todo según su voluntad. Escuchando en la fe que nos llama por nuestro nombre, que nos manifiesta su amor único por cada uno, y nos envía con una misión a nuestros hermanos, podemos decir que comenzamos verdaderamente el camino del discípulo-misionero”, agregó.

El arzobispo mendocino contextualizó el nonagésimo aniversario y el año jubilar en la realización del Sínodo sobre la sinodalidad eclesial convocado por el Papa Francisco y que, destacó, “se viene preparando desde hace algunos años a partir de la celebración sucesiva de las etapas diocesana, nacional y continental, para dar lugar este año y el próximo a dos asambleas sinodales de toda la Iglesia, en Roma, en el mes de octubre”.

Asimismo, deseó que este año jubilar, en clave vocacional y misionera, sea la oportunidad para “fortalecer nuestra comunión, nuestra misión y nuestra participación”.

“Si la comunión y la misión se entrelazan y reflejan mutuamente, ya que la comunión es fuente y fruto de la misión, no podemos olvidar que la comunión es condición de credibilidad del anuncio y el horizonte de la misión da sentido a toda organización interna de la Iglesia y su distribución de funciones, ministerios y servicios en ella”, afirmó, citando a Juan Pablo II.

“El ejercicio concreto de la corresponsabilidad sería una mera interacción mecánica, sin alma ni conexión vital y quedaría en la actuación de derechos individuales, si no naciera de la estrecha relación entre comunión y misión. Ahora bien, la estructuración de la Iglesia, con la participación de todos los fieles, le da estabilidad y perdurabilidad en el tiempo y hace de la Iglesia esa familia de hijos de Dios y de hermanos, donde todos y cada uno, somos necesarios e importantes”, profundizó.

Monseñor Colombo indicó que el año jubilar comenzará, Dios mediante, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el próximo 8 de diciembre, y se extenderá hasta la misma celebración de 2024. “De esta forma, pondremos en manos de la Virgen la fecundidad de nuestro tiempo de oración, reflexión y anuncio del Señor”, explicó.

“Con la ayuda de una pequeña comisión preparatoria, elaboraremos un programa de iniciativas pastorales que presentaremos oportunamente; tales posibles actividades tendrán lugar en las parroquias y comunidades, en los decanatos y en nuestra arquidiócesis. Tocará más tarde a los distintos equipos de animación, con la ayuda de los sacerdotes y los responsables pastorales, la implementación de tales propuestas, pensadas como un camino de celebración de nuestra vocación y misión”, detalló.

“Que el Señor nos ayude a estar disponibles para compartir este tiempo que hoy comienza, en el que queremos vivir la comunión eclesial, nuestra misión y participación según su voluntad”, concluyó.+

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