Mons. Collazuol: Vivir el Adviento como un tiempo de la espera esperanzada

Mons. Collazuol: Vivir el Adviento como un tiempo de la espera esperanzada

El obispo de Concordia animó a vivir este tiempo "con alegría, con esperanza, con fe, para que el Señor pueda derramar en nosotros la infinidad de sus dones".

En el primer domingo del Adviento, el obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, recordó que “estas cuatro semanas que nos preparan para la celebración de la Navidad, el nacimiento de Jesús, nos van renovando interiormente para poder recibir al Señor que viene a nosotros”. 

El prelado señaló que el Adviento, sobre todo, “nos recuerda el último mes del embarazo de María. Ella es la que lleva en su seno al Hijo del eterno Padre, concebido por obra del Espíritu Santo y es María quien nos enseña a esperar a Jesús. Ella lo ofrece por nuestra salvación en Belén, ella lo espera y lo guarda siempre como en su embarazo para que siempre que acudamos a María ella pueda llevarnos al encuentro con Jesús”.

En el Adviento, continuó, “también contemplamos a José, el esposo de María, y podemos también imaginar cuánto cuidado, cuánta delicadeza y cuántas cosas él con sus manos hábiles de carpintero, habría preparado para ese niño, para esa madre. Él sabe que está colaborando en la obra y el plan de Dios”.

Monseñor Collazuol manifestó que en este tiempo preparatorio para la Navidad, “queremos contemplar a María y José, a la Sagrada Familia, para que ellos nos enseñen a esperar a Jesús”. 

“Cuando celebramos la Navidad recordamos aquel nacimiento, pero Jesús ya no viene como el nacimiento fruto de un embarazo previsible en el tiempo y con las condiciones que podemos preparar, sino que nos dice que él viene, sigue viniendo a nosotros como juez para discernir el bien y el mal, para llevar a su reino todo lo bueno, todo lo purificado y santo que él ha derramado para que el mal sea rechazado de ese reino”.

El obispo de Concordia resaltó que el Adviento “es un tiempo para esperar y preparar para que en cualquier momento el Señor irrumpa en nuestras vidas”, y es por eso que “queremos vivir este tiempo del Adviento como un tiempo de la espera esperanzada, de una espera no pasiva sino activa, como la de María y José”, afirmó. “La espera activa del que abre los oídos para escuchar la Palabra de Dios, de quien abre los ojos para mirar en los acontecimientos que van pasando, esa presencia del Señor que quiere llegar a nosotros.

Finalmente, invitó a que “abramos este tiempo con alegría, con esperanza, con fe para que el Señor pueda derramar en nosotros la infinidad de sus dones que provienen de su providencia y misericordia”.+

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