Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja, dio detalles de lo vivido por los padres sinodales argentinos, durante la tercera semana de la asamblea sinodal, en el Aula Pablo VI del Vaticano, semana que resumió diciendo: “Hay que seguir andando en sinodalidad”.

“La verdad es que nos sorprende la sensibilidad del Papa sobre el tema de los migrantes y tantos otros que son denigrados en su dignidad humana. Su testimonio nos anima a una mayor confianza en Dios y a un compromiso con toda vida humana”, sostuvo.

Monseñor Braida contó que el sábado por la tarde celebraron la Eucaristía en la Catacumba de Santa Domitilla, donde al finalizar el Concilio Vaticano II se firmó el “Pacto de las Catacumbas”.

“Unos cuarenta obispos allí se comprometieron en aquel entonces, a la luz del Concilio Vaticano II, a ‘llevar una vida sencilla'…dando prioridad a los pobres; impulsar el advenimiento de otro orden social; llevar adelante una acción pastoral que constituya un ‘verdadero servicio’”, recordó, y destacó que el beato mártir riojano Enrique Angelelli fue uno de los firmantes.

“La misa se celebró recordando a un laico, miembro de la Juventud Obrera Católica (JOC) de Córdoba cuando monseñor Angelelli era asesor de esa agrupación, en los años '50. Se trata de José ‘Pepe’ Palacio, de quien el próximo 25 de octubre se conmemora el centenario de su nacimiento”, puntualizó.

El obispo riojano señaló que “ese laico católico era empleado metalúrgico, sindicalista, esposo y padre de tres hijos”, y recordó que “por vivir sus compromisos desde la fe y buscando llevar el evangelio de la justicia y la verdad a su lugar de trabajo, fue secuestrado y desaparecido en diciembre de 1975”.

“Actuales miembros de la JOC de diferentes países organizaron esa misa, que fue presidida por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, de Honduras. Para la ocasión, uno de los hijos de José envió un videomensaje desde la Argentina, contando aspectos de la vida de su padre. Fue un momento emotivo y profundo, reconociendo la vida de hermanas y hermanos nuestros que vivieron la fe hasta dar la vida por un mundo más justo”, aseguró.

Monseñor Braida afirmó que, esta última semana, quienes participan de la asamblea sinodal elaborarán un Documento Síntesis, “para ser trabajado en las diócesis en vistas de la sesión del próximo año”, y concluyó: “La realidad es que, con este proceso, vamos aprendiendo y profundizando lo que significa trabajar en sinodalidad, y ya se van cosechando buenos frutos”.