Mons. Braida lleva a la asamblea sinodal el testimonio de los mártires riojanos

Mons. Braida lleva a la asamblea sinodal el testimonio de los mártires riojanos

El obispo de La Rioja presidió las fiestas patronales de la parroquia y santuario Madre de la Merced, donde adelantó algunas de las vivencias diocesanas que llevará al Sínodo en Roma.

El obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, presidió las fiestas patronales de la parroquia y santuario Madre de la Merced, donde recordó que viaja a Roma para participar de la Asamblea del Sínodo sobre la Sinodalidad, que tiene por tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, misión y participación.”

“Al Sínodo voy con todo lo aprendido y vivido hasta aquí en los distintos lugares donde he vivido y particularmente con todo lo vivido y aprendido aquí, en diócesis de La Rioja, con ustedes. Voy llevando esa apertura a Dios que nace naturalmente en el pueblo riojano, voy llevando también valiosas experiencias de nuevos caminos pastorales que se van suscitando en diferentes puntos de la diócesis”, anticipó.

“Al ir al Sínodo llevo también llevo el testimonio de nuestros beatos mártires”, subrayó, y destacó: “Monseñor Enrique Angelelli vivió el Concilio Vaticano II, y al llegar a La Rioja buscó nuevos caminos para que la Iglesia sea más misionera, participativa y viva la comunión”.

El prelado riojano aseguró que “son numerosas las expresiones sobre la renovación eclesial en sus homilías y son numerosas las acciones que respaldaban sus palabras. Las vidas de los beatos Carlos, Gabriel y Wenceslao como la de Enrique fueron vidas que se dejaron conducir por el Espíritu y por las nuevas orientaciones conciliares”.

“Este lugar fue para ellos tierra fértil donde entregaron sus vidas para que hoy vayan germinando en nuevos retoños”, sostuvo.

Monseñor Braida invitó a la comunidad diocesana a acompañar desde La Rioja, desde el lugar que cada uno habita, la realización del Sínodo, y dio algunas pautas para hacerlo:

Comprometiendo un momento de oración diaria por los frutos del mismo.Conociendo y reflexionando las fichas de trabajo.Conociendo y practicando el método de la conversación espiritual o el método sinodal buscando incorporarlo en nuestras reuniones habituales, también en ámbitos donde uno trabaja o estudia.

“Que ella, Nuestra Madre de la Merced nos acompañe y nos ayude a ser dóciles al Espíritu Santo como ella lo fue para asumir con amplitud de mente y corazón el camino de renovación sinodal de la Iglesia. Que San Nicolás y los beatos mártires Carlos, Gabriel, Enrique y Wenceslao –cuyas reliquias me acompañaron en estos días- intercedan por nosotros para crecer como Iglesia en esta esencial dimensión sinodal. ¡Gracias y adelante!”, concluyó.

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