Con menos presencia de feligreses y público en general de lo que se esperaba, el presidente Mauricio Macri participó ayer de la misa realizada en Córdoba por el aniversario de la muerte del cura gaucho José Gabriel Brochero, que en octubre será canonizado por el papa Francisco en el Vaticano.

El jefe de Estado asistió junto al gobernador cordobés Juan Schiaretti a una ceremonia que se exptendió poco más de una hora y que se realizó en el complejo La Providencia de Villa Cura Brochero, donde el cardenal primado Mario Poli, máxima autoridad de la Iglesia argentina, celebró una misa. Estuvo presente gran parte de la cúpula eclesial nacional y local. En este último caso, el obispo de Cruz del Eje, Santiago Olivera, y el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez. 

Más allá de la importancia que la Presidencia le adjudicó a la celebración de la Semana Brocheriana, la presencia del jefe de Estado en esta localidad de Traslasierra fue un guiño de cercanía a la Santa Sede y al papa Francisco, que hasta ahora se ha mostrado distante con el nuevo gobierno argentino. En ese sentido, la Cancillería está haciendo esfuerzos para que el Pontífice reciba a Macri, lo que según fuentes macristas podría suceder durante febrero o marzo.

En cuanto a la presencia de público, se congregaron entre tres y cuatro mil personas, cifra considerada “menor a la esperada” por la organización local. El complejo La Providencia se ubica a unas cuatro cuadras de la plaza central del pueblo, y tiene una superficie de entre cinco y seis hectáreas. En ese predio se construye una capilla nueva en honor al futuro santo, que podría convertirse en el futuro una importante sede de turismo religioso.

En el plano político, se vio la presencia del intendente de la ciudad de Córdoba, el radical Ramón Javier Mestre, y de mucha dirigencia del PRO provincial. En cambio, los ministros del gobierno nacional se quedaron en el Centro Cívico, donde mantuvieron reuniones sectoriales y con sus homólogos provinciales.

Previo a participar del oficio religioso, el intendente de la villa serrana, Luis Gustavo Pedernera, le hizo entrega al presidente, de una plaqueta, junto al decreto que los designa “Huésped de Honor” y las llaves de la villa serrana.

En declaraciones radiales, Macri sostuvo que “Brochero es el ejemplo de la Argentina que queremos. Él apostó en el futuro, creyó en los cordobeses, trabajó cerca de la gente, fue un hombre positivo, siempre creyó en lo que hacía y eso es a lo que necesitamos, apostar a futuro”. “Estoy feliz de estar acá con los cordobeses, Córdoba es la provincia con más capacidad de empujar a la Argentina que viene”, afirmó el primer mandatario. “Necesitamos estar todos juntos”, dijo cuando, saliéndose del protocolo, se acercó a saludar a la gente que se dio cita en la plaza de la villa serrana.

Luego del oficio religioso, Macri, junto a Schiaretti y Mestre, retornaron a la ciudad de Córdoba, para encabezar la reunión del gabinete nacional que se realizará en el Centro Cívico, sede del gobierno provincial.