Miles de cristianos caminan y oran por la democracia en Honduras

Miles de cristianos caminan y oran por la democracia en Honduras

En una jornada histórica la fe y la esperanza tomaron las calles de más de 50 ciudades en clamor a Dios por paz, justicia y oportunidades para todos.

En medio de una realidad marcada por el desempleo, la inseguridad, las carencias en salud y educación, y una creciente polarización política y social, este sábado 16 de agosto un país entero caminó para recordar que, a pesar de todo, todavía hay esperanza para un mejor porvenir.

Las Iglesias evangélica y católica de Honduras realizaron la caminata y jornada de oración en las 18 cabeceras departamentales y en más de 50 municipios, para lo que habían convocado “a todos los hondureños de fe” desde el pasado 18 de julio.

La invitación a la “extensa oración por Honduras” la hicieron el pastor Gerardo Irías como Confraternidad Evangélica y el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher como Conferencia Episcopal, con apoyo de la empresa privada. Es la primera vez que católicos y evangélicos convocan una marcha conjunta.

Desde el anuncio de la marcha han enfrentado fuertes críticas de funcionarios y políticos del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre). Algunos sectores ligados a Libre han proferido insultos y amenazas contra las dos Iglesias, Nácher e Irías, en redes sociales. Además, un denominado ‘Movimiento Popular Hondureño’ difundió el pasado martes mensajes en pancartas que aparecieron en varios puntos de Tegucigalpa contra la caminata y la jornada de oración. Ha habido incluso amenazas personales de muerte a líderes evangélicos.

 

Sin embargo, la respuesta ha sido masiva,  abarrotando muchos miles de personas las calles de las diferentes ciudades. Organizaciones sociales, comunidades enteras y ciudadanos de diferentes ideologías manifestaron su respaldo. La convocatoria ha trascendido fronteras y hondureños en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, incluso en España con actos en sintonía con la caminata.

 

Una marcha apolítica movida por la oración

 

En su mensaje las dos iglesias cristianas reclamaron respeto a la voluntad de los ciudadanos en las elecciones generales del 30 de noviembre, manifestando el deseo y compromiso por una nación de justicia y paz, conforme a los principios democráticos de la Constitución.

Como habían solicitado, asistieron personas de todas las edades y estratos sociales, familias, grupos, asociaciones, con “pensamientos y estilos que compartan nuestro amor sincero por Honduras”. Sin embargo, rogaron “a los señores y señoras candidatos (as) a cargos públicos, que, para evitar malos entendidos, sean los únicos que no asistan ese día. Podemos vernos y hablar con ustedes en otro momento, con mucho gusto”.

Por idéntica razón no se llevaron emblemas partidistas, “porque no es una actividad proselitista”; la bandera de Honduras fue su único signo compartido, junto con  citas bíblicas y frases acordes a los fines de la marcha.

El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, Gerardo Irías, manifestó que "estamos convencidos que Dios ama a Honduras y decidimos dejarlo todo en nombre de Dios".

 

El presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tegucigalpa, Mario Banegas, remarcó que, sí hay alguien que puede traer una solución al país es Cristo, y unidos en esta caminata ante la presencia de Dios “nos quebrantamos para pedir por una Honduras sana y restaurada”.

En el Comunicado final dijeron que ‘Bienaventurados los que caminan juntos. Dios les bendiga. Viva Honduras. Viva Jesucristo’

En Tegucigalpa, la marcha comenzó en la Plaza Las Banderas,  y recorrió el bulevar Suyapa hasta el Estadio Nacional “Chelato Uclés”. En San Pedro Sula se partió del Monumento a la Madre hasta el Parque Central. En Danlí, El Paraíso, el punto de encuentro fue el Parque del Amor. Otras ciudades como La Ceiba, Juticalpa, Siguatepeque y Choluteca -así como otras muchas- también tuvieron sus propias rutas.

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