En México, retos espinosos: Francisco deberá combinar diplomacia y firmeza

En México, retos espinosos: Francisco deberá combinar diplomacia y firmeza

En su visita, desde el 12 de febrero próximo, el Papa no podrá eludir problemáticas como el narcotráfico, las migraciones y la corrupción, sensibles para el gobierno de Peña Nieto

Por Leonardo Tarifeño

CIUDAD DE MÉXICO.- "Será un viaje divertido", dijo el miércoles pasado Francisco, luego de saludar en la Plaza San Pedro a los miembros del Estado Mayor Presidencial de México. El líder religioso que popularizó la frase "hagan lío" llega el próximo viernes 12 al país que aún ignora el destino final de 43 estudiantes masacrados en septiembre de 2014, y la sociedad mexicana empieza a preguntarse cómo encarará el Papa los desafíos que le esperan en su gira.

En su visita de seis días recorrerá enclaves fundamentales del crimen organizado y del tráfico de migrantes, ofrecerá misa en la ciudad fronteriza donde casi 750 mujeres fueron asesinadas entre 1993 y 2012, y se encontrará con indígenas cuya fe religiosa está más cerca del sincretismo a la carta que de la Iglesia Católica. El "lío" está servido. Lo que resta saber es cómo lo enfrentará y cuáles serán sus consecuencias.

Domenico Giani, comandante de la Gendarmería vaticana, lo llama "el Papa de las sorpresas". En general se refiere a los cambios de último momento que Francisco introduce en los itinerarios de sus viajes, pero la definición también tiene un significado político, ecuménico y pastoral.

El secreto del carisma de Bergoglio reside en su simpática tendencia a lo inesperado; el reto que plantea su inminente gira por México es saber cómo se desenvolverá el Papa justo allí donde lo más temible e inquietante que se pueda imaginar es la posibilidad de una sorpresa.

Su insistencia por visitar Michoacán, hogar del cartel La Familia Michoacana, revela que quiere presentarse donde su palabra parece especialmente necesaria.

Sin embargo, la fuerza política y social de esa palabra dependerá de una exigente combinación de diplomacia y firmeza que no podrá eludir pronunciamientos sobre cuestiones como la alianza entre el narcotráfico y el Estado, la violencia y explotación de los migrantes en la frontera con Estados Unidos, y las denuncias de abusos sexuales contra miembros de la congregación Legionarios de Cristo, entre otros asuntos de inusual gravedad.

El delicado equilibrio sobre el que deberá transitar Francisco se advierte a través de dos hechos que tienen a la administración del presidente Enrique Peña Nieto en el ojo del huracán.

En un caso, su posible respaldo a los resultados de la lucha contra el narcotráfico, que el gobierno mexicano presume tras la captura de Joaquín "el Chapo" Guzmán, podría resultarle contraproducente ante el resto de la sociedad, que en la detención de los grandes capos ve más un espectáculo televisivo que una decisión política de combate al crimen organizado.

En el otro, la reciente detención en España del priista Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI, considerado un miembro del grupo criminal Los Zetas, parece obligar al Papa a condenar los evidentes nexos entre la delincuencia y la política, declaración que le ganaría el afecto popular, al mismo tiempo que incomodaría a su anfitrión Peña Nieto. Justamente sobre la situación de su correligionario Moreira el presidente pidió "cautela" y "no adelantar juicios".

Tal es el desafío político que asoma en la agenda mexicana de Francisco, cuya visita genera tantas expectativas como especulaciones.

La gira comenzará el 12 a las 19.30 (hora local), con su llegada a la Ciudad de México. El día siguiente, tras su encuentro con Peña Nieto, autoridades y obispos, pronunciará un discurso en la catedral, que se complementará con sus palabras en la muy esperada homilía que ofrecerá ante más de 40.000 personas en la Basílica de la Virgen de Guadalupe.

Sobre ese día de actividades, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México comunicó que será una ocasión "para dialogar sobre los mecanismos que generen soluciones concretas a temas como el cuidado del medio ambiente, la paz y la seguridad, la protección de los migrantes, la promoción del desarrollo incluyente, el combate a la pobreza, el desarme nuclear y los derechos humanos, entre otros".

De manera sugestiva, en el comunicado oficial no se mencionan las palabras "narcotráfico", "marginados" y "excluidos", que sí pronunció el obispo de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel.

"El Papa va a Michoacán por la violencia allí padecida, como un signo de su preocupación por el narcotráfico y la inseguridad en todo el país. Estará en Ciudad Juárez para estar cerca de tantos migrantes que padecen lo indecible en su intento por llegar al Norte. E irá a San Cristóbal para estar con los marginados y excluidos, los indígenas", dijo Arizmendi Esquivel.

Entre la omisión de unos y la mención de otros, el rumbo de los primeros pasos de Francisco en México empezará a jugarse con el discurso en la catedral de la capital y sus gestos durante la misa en la basílica.

Narcotráfico

En la mañana del 14, el Papa se trasladará a Ecatepec de Morelos, en el estado de México, para pronunciar una misa que reunirá principalmente a jóvenes. Casi cinco años atrás, a poco más de tres horas de ruta de allí, en el estado de Morelos, el país se conmovió con la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de Juan Francisco Sicilia, de 24 años, hijo del poeta Javier Sicilia, asesinado por presuntos sicarios del cartel del Pacífico Sur.

Ese crimen demostró a escala nacional que Morelos era (y aún es) uno de los lugares más peligrosos del país, junto con Sinaloa, Guerrero, Tamaulipas y Michoacán, por lo que se espera que el Papa se refiera a la omnipresencia del narcotráfico en la región. En caso de aludir al tema, podría ser la primera vez, pero no la última en el día, que hable al respecto, ya que por la tarde, después de visitar a chicos enfermos de cáncer en un hospital pediátrico de la capital, lo esperan representantes de la cultura, que podría incluir al hoy activista Javier Sicilia al frente de la delegación.

Ese encuentro con intelectuales y artistas podría cobijar una cita con los familiares de los normalistas desaparecidos en Ayot-zinapa, un caso que el gobierno saldó con una investigación duramente cuestionada por especialistas y forenses.

Francisco siempre se manifestó muy próximo a las demandas de los padres de los estudiantes, así que el tono de su declaración podría abrir grietas en su relación con el gobierno justo en la víspera de su visita a Chiapas, un estado en el que la presencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es tan notoria como la pobreza de los indígenas locales.

Con su llegada a la localidad de Morelia, el 16, y a Ciudad Juárez, el 17, el Papa recorrerá dos plazas muy valiosas del crimen organizado. Una, Morelia, fue durante años la joya del cartel La Familia Michoacana; la otra llegó a ser la ciudad más peligrosa del mundo gracias al ya descabezado cartel de Juárez y su despiadado tráfico de drogas, personas, armas y documentos.

Francisco dará uno de sus últimos discursos en México desde una cárcel de Juárez, con más de 700 ex empleados del cartel del Pacífico y del narco Amado Carrillo Fuentes como auditorio especial. Les hablará a ellos, pero no sólo a ellos. Y sus palabras retumbarán en todo México, seguras de que, como tantas veces se lee en la Biblia, "quien quiera oír que oiga".

Distintos desafíos en cinco ciudades

1. Ciudad de México

Francisco llegará a la capital mexicana a las 19.30 (hora local) del viernes 12. Al día siguiente dará un discurso en la catedral, emplazada por los conquistadores españoles justo arriba del Templo Mayor de Tenochtitlán. Esa misma tarde ofrecerá una misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, ante más de 40.000 personas. Luego, el domingo, el Papa se encontrará con representantes de la cultura, con quienes dialogaría sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Su posible declaración al respecto de este hecho podría incomodar al gobierno de Enrique Peña Nieto, que saldó el asunto con una investigación muy cuestionada por forenses y especialistas. Del tono y la precisión de esas palabras dependerá buena parte del éxito de la visita papal

2. Ecatepec de Morelos

En la mañana del domingo 14, el Papa ofrecerá una misa en el Centro de Estudios de la ciudad del estado de México, ante un auditorio integrado especialmente por jóvenes. En marzo de 2011, el hallazgo del cuerpo sin vida del joven Juan Francisco Sicilia en la ruta de Temixco, a casi tres horas de Ecatepec, puso al vecino estado de Morelos entre los más peligrosos del país, junto con Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán. El padre de Juan Francisco, el poeta Javier Sicilia, se convirtió desde entonces en uno de los activistas de derechos humanos más reconocidos de México. El Papa podría aludir al tema en un encuentro con representantes de la cultura mexicana, que incluiría al propio Sicilia al frente de la delegación

3. Tuxtla Gutiérrez

Más de 20 años después de su irrupción, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) conserva gran poder en Chiapas, una zona poblada por los indígenas más pobres de México. El lunes 15, Francisco ofrecerá una misa en San Cristóbal de las Casas y luego se trasladará a un encuentro con familias indígenas en Tuxtla Gutiérrez. El atraso y el abandono que imperan en la región representan la contracara de la imagen que muestra el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto al mundo. Las palabras de Francisco, aun cuando se mantengan fieles a su agenda pastoral, difícilmente podrían evitar las referencias a la pobreza extrema que observará durante una visita marcada por la influencia del EZLN y la expectativa gubernamental

4. Morelia

Es la capital de un estado que durante años estuvo dominado por la presencia del cartel La Familia Michoacana, hoy de-sarticulado, pero con varios miembros prominentes aún en activo. El martes 16, Francisco ofrecerá una homilía en la catedral y dará un discurso ante jóvenes michoacanos en un estadio. Parece impensable que el Papa no haga referencia a la delincuencia en una región que estuvo bajo el control de la alianza entre el narcotráfico y los representantes de las instituciones. La firmeza del discurso de Francisco estará en la mira de las autoridades nacionales, sospechadas de connivencia con el crimen tras la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, en el estado de Guerrero

5. Ciudad Juárez

Fue la ciudad más peligrosa del mundo. Durante décadas, el cartel de Juárez y de los Carrillo Fuentes promovieron el asesinato ritual de mujeres, con el saldo de casi 750 femicidios desde 1993. Es una de las ciudades de frontera en la que más se ejerce la violencia y explotación de migrantes, muchos de ellos deportados de manera masiva desde Estados Unidos. El miércoles 17, Francisco dará un discurso en una visita al Cereso 3, la cárcel que alberga a una amplia mayoría de sicarios del crimen organizado. Por la tarde ofrecerá una misa en la feria de la ciudad, donde se aguardan decenas de miles de personas, lo que crea problemas de logística. Ambas declaraciones son de las más esperadas de la gira papal, que concluirá esa misma tarde

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