Los medios generalistas han vuelto a entender mal al Papa

Los medios generalistas han vuelto a entender mal al Papa

Al menos, si atendemos a los bomberos de guardia que han salido a ‘interpretar’ las palabras de Su Santidad sobre la conveniencia de uniones civiles para parejas homosexuales en un documental recién emitido, la prensa generalista mundial ha entendido que Su Santidad respalda lo mismo a lo que la Iglesia se había opuesto hasta ahora.

 

Es una rutina a la que este pontificado nos tiene muy acostumbrados: Su Santidad hace declaraciones que, prima facie, parecen revolucionar la doctrina o, al menos, la posición prudencial que la Iglesia había mantenido hasta ahora, los católicos ‘progresistas’ hacen la ola y los ‘conservadores’ salen rápidamente a explicarnos por qué se le ha entendido mal en un ejercicio de malabarismo léxico a veces muy notable.

Y es muy posible que estos últimos tengan razón, de que hay un modo -casi siempre lo hay- de interpretar las palabras de Su Santidad en, digamos, una “hermenéutica de continuidad”, y que nuestra obligación como fieles hijos sea defender la opción menos escandalosa por lealtad y deber filial.

En cualquier caso, no es así como se ve desde fuera, como lo ven los grandes medios, los que llegan a todo el mundo. No todos llegan quizá tan lejos como el popular gratuito británico -el de mayor circulación en el país- Metro, que abre directamente con este titular: ‘El Papa bendice las bodas gays’, pero el meollo se parece mucho. La mayoría de la prensa ‘seria’ va más por la línea de The Scotsman: ‘El Papa Francisco respalda las uniones civiles del mismo sexo’, que The Telegraph alarga así: ‘El Papa Francisco respalda las uniones civiles en comentarios que encantan a los liberales pero deprimen a los conservadores’.

Quizá el que más dañinamente lo ha entendido sea The New York Times, aunque solo sea porque sigue siendo el que marca la línea editorial de toda la prensa convencional de Occidente: ‘Breaking News: El Papa Francisco expresó apoyo a las leyes de unión civil para parejas del mismo sexo, su declaración más fuerte hasta la fecha y una quiebra con la doctrina de la Iglesia’.

¿Se equivoca ‘la Dama Gris’? Digamos que sí; no es exactamente amiga de la Iglesia esta cabecera. Pero, por otra parte, ¿cuál se pensaba que sería el resultado?

La pregunta es relevante por lo que decía al principio, porque es ya una rutina constante, porque ha sucedido ya decenas de veces, y la Santa Sede y el Papa -que ha sido años arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina- no pueden ignorar cómo funciona el panorama mediático.

De hecho, en el muy progresista episcopado norteamericano ya se han alzado voces como la del ordinario de Providence, Thomas Tobin, reaccionando abiertamente contra las declaraciones del Papa. En un comunicado publicado en la página oficial de la diócesis se lee: “La declaración del Papa Francisco contradice claramente lo que ha sido desde hace tiempo la enseñanza de la Iglesia sobre las uniones civiles del mismo sexo”. 

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