Marchan a Washington para pedirle al papa Francisco que luche por los inmigrantes

Más de un centenar de mujeres esperan que el Sumo Pontífice lleve su mensaje a la Casa Blanca y al Congreso con el fin de lograr mejores condiciones para quienes viven en forma ilegal en el país

Luego de varias semanas en los que la situación migratoria fue tema de debate en los Estados Unidos, principalmente por la campaña para la presidencia, un grupo de al menos 100 mujeres marchó a Washington para pedirle al papa Francisco que le haga llegar a los políticos el mensaje de los migrantes y de las situaciones que viven día a día.

"Es un peregrinaje de fe y esperanza para que todos nuestros compañeros inmigrantes de veras podamos seguir viviendo en este país pero con dignidad, paz y seguridad, y sentirnos libres", dijo Flores, de 54 años, actualmente casada y madre de dos hijos.

El centenar de mujeres marchó durante una semana, recorriendo 160 kilómetros a pie desde un centro de detención para migrantes en Pensilvania (este) hasta la capital estadounidense, donde el papa Francisco inició este martes una histórica visita de seis días a Estados Unidos.

El variado tropel proveniente de 27 países, la mayoría de América Latina, se detuvo para orar en la Basílica de la Inmaculada Concepción, donde el pontífice argentino oficiará una misa el miércoles.

El objetivo es que el papa escuche sus historias, pero sobre todo que las propague en el periplo altamente político del pontífice: reunión con el presidente Barack Obama el miércoles y discurso ante el Congreso el jueves. El ex cardenal argentino ya se refirió a temas migratorios cuando hizo hincapié en la crisis de los refugiados en Europa.

Por eso unas diez mujeres planean estar entre la multitud que escuchará la misa de Francisco. "Estoy caminando 160 kilómetros para pedirle al papa que sea abogado de los inmigrantes en el Congreso", reconoció la mexicana Elvira Díaz, una activista católica de 54 años.

"Uno se siente como que no vale nada", dijo a la agencia AFP Rocío Martínez, una hondureña de 23 años capturada en la frontera hace dos años.

Unas 11 millones de personas -principalmente latinos- viven clandestinamente en territorio estadounidense. Pero también los inmigrantes legales enfrentan discriminación, afirmó Juana Flores, quien logró regularizar su estado tras haber permanecido indocumentada por años.

"Que el papa vea y no calle", apuntaron, antes de llamar al líder de la Iglesia Católica a pedir a sus fieles estadounidenses no ser "cómplices de las injusticias de las leyes migratorias".

Comentá la nota