El presidente francés dijo entender las ideas del pontífice, pero aclaró que "Europa es el continente que hace más, los franceses cumplimos con nuestra parte, acogiendo cada vez a más niños. Pero debemos de ser rigurosos, tenemos un modelo social generoso
En una semana en la que acaba de recibir al papa Francisco, que hizo un alegato en favor de una acogida humanitaria a los inmigrantes, el presidente francés dijo entender la ideas del Santo Pontífice, pero aclaró que "no pueden acoger a toda la miseria del mundo".
Macron propuso condicionar la ayuda al desarrollo a los países de la África subsahariana que sean "responsables" con la inmigración y dijo que "hay que ayudar a los italianos" a hacer frente a crisis como la de Lampedusa, que "es la realidad del fenómeno migratorio", dijo en una entrevista concedida a TF1 y France 2.
El Jefe de Estado diseccionó la cuestión migratoria en los "países de origen", como los del África subsahariana, y los de tránsito, como Túnez.
"La mayor parte de inmigrantes viene de África subsahariana, con la que hemos aumentado ayuda al desarrollo. Debemos condicionar mejor nuestra ayuda a países con una política responsable en materia migratoria. 'Os ayudamos, pero debéis ayudarnos a desmantelar las redes de tráfico (de inmigrantes)", refirió.
También aseveró que la única respuesta posible a la crisis migratoria es "europea", con un tratamiento de las demandas unificado y coordinado, y criticó a la ultraderecha por abordar esa cuestión desde un punto de vista nacionalista.
"Europa es el continente que hace más, los franceses cumplimos con nuestra parte, acogiendo cada vez a más niños (...) Pero debemos de ser rigurosos, tenemos un modelo social generoso, no podemos acoger toda la miseria del mundo", abundó.
El mandatario cifró en 100 mil los demandantes de asilo en Francia cada año y habló de una inversión de 2 mil millones de euros anuales en "alojamientos de urgencia".
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó de "interesante" la propuesta de Macron. Meloni consideró "evidente" que Italia, Francia y la Unión Europea "deban actuar juntas en el apoyo a los países del origen de los migrantes y para ayudar a los países de tránsito a desmantelar las redes criminales de los traficantes de seres humanos".
"Es la dirección que el gobierno italiano ha emprendido y que quiere mantener juntos a las instituciones europeas y a sus propios aliados europeos", terminó la primera ministra.
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