El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió al Papa León XIV, con quien se reunió en el Vaticano, crear juntos un “movimiento de indignación contra la desigualdad”.
Por Victoria Cardiel
“Le dije que necesitamos crear un amplio movimiento de indignación contra la desigualdad”, afirmó el jefe de Estado brasileño tras la reunión en su cuenta oficial de X.
Según explicó el propio mandatario, la conversación giró en torno a la fe, la situación de Brasil y los grandes desafíos globales. Lula escribió en sus redes sociales que junto a su esposa, Janja, “tuvimos un excelente encuentro con Su Santidad, el Papa León XIV, en el Vaticano. Conversamos sobre religión, fe, Brasil y los inmensos desafíos que debemos afrontar en el mundo”.
Durante la reunión, el presidente brasileño felicitó al Pontífice por la exhortación apostólica Dilexi Te, publicada el pasado jueves, destacando su llamado a no separar la fe del amor hacia los más pobres.
“Considero el documento una referencia que debe ser leído y puesto en práctica por todos”, señaló el mandatario.
El jefe de Estado recordó su cercanía con conocidas figuras de la Iglesia Católica en Brasil, como el Cardenal Paulo Evaristo Arns, Mons. Hélder Câmara, Mons. Luciano Mendes de Almeida, el P. Pedro Casaldáliga y el actual presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, el Cardenal Jaime Spengler. Según explicó, también subrayó ante el Papa la influencia que tuvieron en su formación la convivencia que experimentó en las Comunidades Eclesiales de Base.
Por otro lado, trasladó al Papa su participación en el encuentro de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), donde presentó los avances de la lucha de su gobierno contra el hambre en Brasil. “En dos años y medio conseguimos por segunda vez sacar a Brasil del Mapa del Hambre, y ahora estamos llevando este debate al mundo a través de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza”, explicó.
Durante la conversación, el presidente brasileño invitó al Papa a participar en la COP30, que se celebrará en Belém, en el corazón de la Amazonía. Sin embargo, según Lula, el Pontífice le explicó que no podrá asistir debido a los compromisos del Jubileo de 2025, si bien garantizó la presencia de una delegación vaticana en la conferencia climática.
“Nos alegró mucho saber que Su Santidad pretende visitar Brasil en el momento oportuno. Será recibido con el cariño, la hospitalidad y la fe del pueblo brasileño”, añadió Lula, recordando la devoción popular manifestada en el Círio de Nazaré y en las celebraciones del Día de Nuestra Señora Aparecida, patrona del país.
En la audiencia también estuvieron presentes la primera dama de Brasil, Janja Lula da Silva; los ministros Mauro Vieira (Relaciones Exteriores), Wellington Dias (Desarrollo y Asistencia Social) y Paulo Teixeira (Desarrollo Agrario); además de la senadora Ana Paula Lobato; la presidenta de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, por sus siglas en portugués), Silvia Massruhá; y el embajador de Brasil ante la Santa Sede, Everton Veira.
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