La relación entre el sindicalismo tradicional y los movimientos sociales no fue, históricamente, armoniosa. Sin embargo, el ajuste que generó Macri y el papa Francisco, los unirá a través de un libro.

Los representantes de los trabajadores formales y los que hablan por aquellos que perdieron su empleo o están en una situación laboral precaria tienen una larga historia de mutuo recelo y competencia, más por caudal político que por recursos contantes y sonantes.

En los últimos años dos factores fomentaron un mayor nivel de diálogo. Uno es la crisis política, económica y social que provocó el gobierno de Mauricio Macri, que los atraviesa de manera transversal y les provee objetivos estratégicos en común. El otro llega de allende del océano y tiene que ver con el trabajo del papa Francisco, interlocutor privilegiado de ambos sectores, que usó sus artes para promover un acercamiento.

La semana que viene se podrán ver los frutos de ese trabajo: se presentará en el mítico Salón Felipe Vallese de la sede de la CGT un libro publicado por la editorial del Vaticano y con prólogo del mismo Jorge Bergoglio. Su título: “La irrupción de los movimientos sociales. El rerum novarum de nuestro tiempo” hace referencia a la primera encíclica social, un hito en la historia eclesiástica promulgado por Leon XIII en 1891. Nada más y nada menos.

El acto tendrá lugar el martes que viene a partir de las siete y media de la tarde en el histórico edificio de la calle Azopardo y participarán dos figuras que son protagonistas de la coyuntura y aportaron textos a la compilación: el referente de la CTEP Juan Grabois y el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara. Se espera que entre el público aparezcan algunas de las figuras más relevantes de la central obrera.