Luego de dos años de no realizarse de manera presencial, los jóvenes compartieron en comunidad diversas reflexiones, momentos de oración y de contemplación.
Con motivo de la solemnidad de Pentecostés, jóvenes pertenecientes a la diócesis de Avellaneda-Lanús realizaron una vigilia para esperar la llega del Espíritu Santo. La noche comenzó con festejos por el tan esperado reencuentro como comunidad, que a causa de la pandemia no pudo congregarse durante los últimos dos años.
El obispo diocesano, monseñor Marcelo Julián Margni, presidió la celebración de la Eucaristía en cuya homilía recordó que "Jesús es alguien con un corazón joven y cada generación tiene cosas nuevas que decirnos de Él. Ustedes jamás dejen de querer conocerlo cada vez más, y conociéndolo háblennos de Jesús, cuéntennos de Jesús...".
Por su parte, los jóvenes presentes contaron cómo durante la noche fueron pasando por el corazón diferentes momentos personales y comunitarios que tuvieron como motivación la frase “Manos que crean, manos que bendicen y manos que ayudan”. También compartieron instancias de juegos, de oración y de contemplación.
Finalmente, dieron gracias al Espíritu Santo por tantos dones y carismas repartidos entre la juventud de la diócesis de Avellaneda-Lanús, confiándole a él, una vez más, la misión y el apostolado de cada uno de ellos.+
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