José Alegre: "La palabra de un párroco con un corazón sin fronteras"

"Las interpretaciones del Papa despiertan un profundo eco en la conciencia de todo el mundo"

Podemos preguntarnos si yo dejo que Jesús me predique. Cada uno de nosotros, ¿dejo que Jesús me predique o yo sé todo?, ¿escucho a Jesús o prefiero escuchar cualquier otra cosa, quizás las habladurías de la gente o historias....? Escuchar la predicación de Jesús...

-¿Y cómo puedo hacer esto, padre? ¿en qué canal de televisión habla Jesús?

-Te habla en el evangelio. Y esta es una costumbre que aún no tenemos: ir a buscar la palabra de Jesús en el Evangelio... (OR, 13.02.15, pag 3)

Son, éstas, unas palabras sencillas, parte de una bella catequesis del Papa Francisco en su visita cuaresmal a la parroquia romana de san Miguel Arcángel, ilustrada por una imagen entrañable: el Papa apretujado por una multitud entusiasta de niños y niñas de la parroquia. Imágenes semejantes con la infancia he contemplado repetidas veces en los medios de comunicación: hablando, abrazando o también escuchando a los niños... Una preciosa imagen propia de un buen párroco de una parroquia cualquiera. Una bella imagen para un párroco del mundo. El Papa Francisco, Párroco del mundo.

Pasados dos años de su llegada a la cátedra de san Pedro, vividos con una gran intensidad, percibimos que son situaciones gratificantes que suelen repetirse: situaciones y palabras, sencillas unas veces, exigentes otras, o, en ocasiones, también suplicantes; en cualquier caso, siempre una palabra buena para animar, exigir con amor, suplicar, una palabra salida de un corazón generoso, una palabra cercana que lleva el calor del corazón... El calor y el gesto de una palabra, la palabra de un Párroco con un corazón sin fronteras.

Porque ¿de qué situación mundial se ha olvidado el Papa Francisco en estos dos años? ¿Quién no ha tenido una palabra, o un gesto suyo para reflexionar y agradecer?...

El inicio de su Pontificado ya lo títulaba el periódico Observatore Romano como "Abrazo al mundo", cuando les decía al Cuerpo Diplomático: "luchar contra la pobreza, tanto material como espiritual; edificar la paz y construir puentes. Son como los puntos de un camino al cual quisiera invitar a participar a cada uno de los países que representáis".

El Mensaje para el Día mundial de la Paz de este año, pone de relieve esta preocupación universal del Papa Francisco al escribir sobre "la situación de los trabajadores, las condiciones de vida de los emigrantes; aquellas personas que la sociedad relega a la prostitución, a la esclavitud de todo tipo; las que son víctimas del tráfico humano; del terrorismo"...

No ha faltado a lo largo de estos dos años, en varias ocasiones, una palabra para los gobernantes: "Los estados deben vigilar para que la legislación nacional en materia de emigración, trabajo..., contribuya a respetar la dignidad de la persona".

O para las instituciones internacionales: "Quiero subrayar el estrecho vínculo que existe entre dos palabras: dignidad y trascendente". (Discurso al Parlamento europeo)

Una palabra para los refugiados: "las condiciones en las que muchos refugiados tienen que vivir son intolerables... Hago un llamamiento para una mayor convergencia internacional". (Viaje a Turquía) Ya anteriormente había hablado en relación a los refugiados e inmigrantes, y en relación a los dirigentes de Occidente, como "una vergüenza" los episodios de Lampedusa, que están haciendo del Mediterráneo un cementerio".

O para el problema del hambre: la primera preocupación debe ser la persona, aquellos que carecen de alimento diario; es necesario pensar en la dignidad de la persona, más que en la limosna. (Conferencia Internacional sobre alimentación)

También para el medio ambiente: el hombre se adueña de todo, se cree Dios, se cree el rey y devasta toda la creación... Pero ¿quién paga la fiesta? ¡Ellos!: los pequeños, los pobres, que acaban siendo descartados, excluidos... Y esto no es historia antigua, sucede hoy... (Homilía Fiesta Todos los Santos)

Otra preocupación muy viva la percibimos en el tema de la familia a la que está dedicando la catequesis de la audiencia semanal, además de la convocatoria de un Sínodo, donde encuentra reticencias y oposición en temas difíciles donde no faltan quienes desean que prevalezca la firmeza de la ley y la norma, sobre la caridad del Evangelio.

No podía faltar en este singular Párroco el interés por el mundo joven, a quien invita a vivir el verdadero amor; a asumir, con fuerza y generosidad, el mensaje de las bienaventuranzas. Un mundo en el que se hace presente de manera especial a través de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Por supuesto, que también ha tenido palabras muy directas y fuertes dentro de la misma Institución Iglesia con el tema de los abusos de menores o financieros....

O invitando a los sacerdotes a cargar al pueblo a hombros... a ser pastores "con olor a oveja", pastores en medio de propio rebaño. O a los obispos recordando la responsabilidad del servicio...

La sugerencia de un trabajo bien programado cuando anima a tener el valor de realizar una pastoral evangelizadora, audaz y sin temores, porque la mujer, la familia y los diversos grupos que viven en la sociedad esperan de nosotros, y lo necesitan para su vida, la Buena Noticia del Evangelio (Congreso de Pastoral en el Vaticano)

O unas palabras en el Año de la Vida Consagrada: "espero que despertéis al mundo, porque la nota que caracteriza la vida consagrada es la profecía. Sed testigos creíbles e incisivos, en la sociedad, de la persona de Cristo".

Acogida y abertura en el terreno ecuménico...

En resumen, habría que decir aquella afirmación: "nada de lo humano le es ajeno".

Siempre, en cualquier caso, palabras, intervenciones, sin prepotencia, con un talante humilde acompañado siempre de una súplica: "por favor recen por mí", consciente de que su servicio ministerial es un servicio desde el Amor, que no tiene fronteras, abierto con total generosidad a la fecundidad del amor. Sabiendo que la fuente es el Amor, y que busca ser servidor del amor que nace para todos los hombres de la misma Fuente.

Es lógico, pues, que las intervenciones del Papa despierten un profundo eco en la conciencia de todo el mundo. De hecho, sus intervenciones despiertan un eco especial en el mundo de hoy en temas sobre los que también incidieron Pontífices anteriores. Pero ahora están despertando un eco universal.

¿Es el gesto de su vida personal que acompaña a sus palabras, lo que genera una confianza, una aceptación?.... O ¿el mundo está percibiendo que  Francisco habla desde el corazón?... El hecho es que el Papa Francisco está llegando al corazón del mundo. Como un buen párroco llega al corazón de sus feligreses.

El mundo como una gran parroquia. Como una gran parroquia donde hay feligreses que colaboran con este Párroco universal, que recogen sus enseñanzas, que acogen y hacen suyos esos gestos de amor, y donde también hay otros feligreses que siguen alejados, o incluso criticando la Parroquia o los feligreses o al mismo Párroco...

Pero así es una Parroquia, así es el mundo: la belleza de la fe de unos y el alejamiento o la increencia de otros. La fe de unos que proporciona paz en la vivencia del amor que despierta una profunda esperanza, y la increencia de otros que despierta el interrogante permanente de un amor que tiene la responsabilidad de crecer. Todo es gracia. La belleza de una fe que nos invita a ofrecer la vida en la unidad y en la comunión; la belleza de una increencia que nos estimula a ser agentes permanentes del amor y de la reconciliación; pero que también supone, no lo debemos olvidar, una llamada a la reflexión: a preguntarnos acerca de la calidad evangélica de nuestro testimonio.

Pero es de una claridad meridiana: El amor tiende siempre a crecer, a ser más generoso; el ejercicio de amar despierta nuevas energías de amor y abre nuevos caminos en la vida. Como sugiere Ramón Llull:

El Amigo preguntó al Amado si quedaba todavía alguna virtud que no hubiera amado. Y el Amado le respondió que todo lo que podía multiplicar en el Amigo su amor estaba por amar. (Libro del Amigo y del Amado nº 1)

Después de dos años el Papa Francisco sigue sorprendiendo y despertando la admiración. Un fruto del amor vivido y manifestado... El amor abre mil caminos para proyectarse sobre un matiz u otro de la vida humana. Es muy difícil no sentirse interpelado por el amor, pues el hombre está hecho para dar respuesta al Amor, con el amor. Nada, ni nadie, es indiferente al amor. Es lógico, pues, que este Párroco Universal que es el Papa Francisco se lamente en su mensaje de Cuaresma de la globalización de la INDIFERENCIA. Nada puede ser ajeno al corazón creyente, que está llamado a ser el corazón más humano. Y nos exhorta a no dejarnos agarrar por la red de esta INDIFERENCIA, haciendo una llamada a FORTALECER EL CORAZON. Para ser servidores de la vida, que es cuando el corazón se manifiesta en toda su fuerza; y servir la vida es dar la vida. Bien nos lo sugiere el poeta:

El amor es un mar revuelto, de olas y vientos, sin puertos ni orillas. El Amigo perece en este mar y con él perecen sus sufrimientos y comienza su felicidad. (Libro del Amigo y del Amado nº 228)

Con toda seguridad el Papa Francisco nos seguirá sorprendiendo con su capacidad de respuesta al amor de Dios, y nos seguirá invitando a dar respuestas de amor en nuestra vida creyente. Damos gracias a Dios por habernos concedido este Párroco del mundo, este Párroco universal.

Pero en una parroquia grande como es ésta debe haber cooperadores, ayudantes que secunden el ejemplo del Párroco: son los Obispos, los sacerdotes, los religiosos, los laicos. Todos estamos llamados a hacer Parroquia. Hoy tenemos la alegría de saber que va delante nuestro Párroco, el Papa Francisco, el Párroco del mundo, y pedimos por él al Señor, para que lo siga bendiciendo.

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