Desde el sector del Papa exiliaron a Mozambique a un cura que vinculan a los barras y participa de la campaña.
El momento de tensión que se vive en Racing por las elecciones que tendrá el club el domingo, mismo día en que se disputará el partido que lo puede consagrar campeón, sumó un capítulo eclesiástico.
Es que el sector de la Iglesia argentina que está enfrentado al Papa Francisco quedó expuesto por el rol protagónico que tuvo en la campaña el padre Juan Gabriel. Se trata de un cura de Barracas de buena relación con el sector de monseñor Héctor Aguer y Oscar Sarlinga, enfrentados a Jorge Bergoglio.
El domingo, con el apoyo de Máximo Kirchner, el presidente de la Academia, Víctor Blanco, deberá competir contra la lista dos, del abogado Mariano Cúneo Libarona, y la de Pablo Podestá, cuya boleta incluye a Martín Ferre, un hombre muy cercano a Daniel Scioli.
El padre Gabriel, que apoya la lista dos, fue parte del club cuando lo presidía Gastón Cogorno, hasta que renunció tras el homicidio de Nicolás Pacheco, un periodista partidario que fue asesinado en la sede de Villa del Parque.
Los detractores del cura, que hizo poner banderas para pedir justicia por Pacheco, lo acusan de tener vínculos con los barrabravas acusados del crimen, el “Boxeador”, el “Vaquero” y “Gerson”, que habrían visitado su iglesia en la villa 26.
Para evitar que la Iglesia quede inmiscuida en una interna de un club con barras de por medio, a Gabriel lo enviarán a la diócesis de Mozambique, el país africano donde el cura ya fue misionero e incluso escribió un libro al respecto.
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