El Ministerio de Salud Pública puso en marcha su plan de contingencia ante la inminente visita del papa Francisco. El plan contempla el control de alimentos, agua e instalaciones sanitarias, así como el control de vectores, la vigilancia epidemiológica y la regulación de los servicios de salud y emergencia, especialmente en el manejo de casos y el traslado de pacientes.

A criterio de la doctora Agueda Cabello, directora de Vigilancia de la Salud, los “eventos masivos” como la presencia del Sumo Pontífice “significan un riesgo o daño para la población”, habida cuenta que implicará “mucha concentración de personas”.

La propagación de enfermedades transmisibles, como las respiratorias agudas o las infecciones gastrointestinales a raíz del consumo de alimentos en mal estado o agua contaminada, así como los accidentes por traumatismo o lesiones, forman parte de los riesgos en este tipo de eventos, según Cabello.

Tampoco se descarta el riesgo de propagación de otras enfermedades circulantes en la región aunque sin casos confirmados en Paraguay, como el caso del sarampión, que registra un brote en Chile con al menos cinco casos confirmados, o el virus zika, del que ya se detectaron al menos 16 afectados en el vecino Brasil.

Para la revisión del plan, las autoridades sanitarias contaron con el asesoramiento del médico brasileño Walderson de Oliveira, que compartió sus experiencias en la atención sanitaria en eventos masivos como la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa en 2013 o el Mundial de Fútbol del 2014, ambos celebrados en Brasil.