La Iglesia pidió por la reconciliación del país

En la inauguración del Congreso Eucarístico también hubo reclamos por la pobreza

Con un mensaje que hace foco en la necesidad de reconciliar a los argentinos y que pide terminar con la inequidad social, se puso en marcha ayer el XI Congreso Eucarístico Nacional, que reúne a los obispos de todo el país y se desarrollará en esta capital hasta el próximo domingo. Para ese día, cuando tendrá lugar la ceremonia de clausura, está prevista la visita del presidente Mauricio Macri.

El cónclave religioso, que convoca a miles de fieles de distintas provincias que llegaron para participar de las actividades litúrgicas, sociales y culturales programadas, es encabezado por el delegado pontificio, cardenal Giovanni Battista Re.

La ceremonia de apertura del Congreso, que se realiza bajo el lema: "Señor de la historia, te necesitamos", fue encabezada ayer al mediodía por el gobernador Juan Manzur; el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, y el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, en el teatro San Martín de la capital provincial. Del acto también participaron el nuncio apostólico argentino, monseñor Emil Paul Tscherrig, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo.

En su mensaje, el cardenal Re destacó que "el Congreso Eucarístico coincide con el Bicentenario de la Independencia argentina, que fue aquí declarada por loables hombres patrióticos, que amaban esta tierra y que también eran hombres de verdadera fe". El enviado del Papa señaló que "en estos dos siglos de independencia las dificultades y los desafíos han sido muchos, porque acontecieron épocas oscuras y dolorosas, con problemas y divisiones entre hermanos, páginas tristes y trágicas que han causado un profundo y amargo sufrimiento a muchos y cuyas heridas siguen abiertas".

En ese contexto, el purpurado advirtió que "se necesita una verdadera reconciliación de los argentinos en la justicia, el perdón, la serenidad y la paz, porque solamente el amor y la reconciliación que curan las heridas pueden conducir a todos hacia la meta de la justicia y el progreso pacífico". A la vez, el delegado pontificio dijo que "se siente la necesidad de fortalecer la cultura del diálogo, del encuentro -como dice Papa Francisco- en la solidaridad".

Por la tarde, las actividades se trasladaron a la Ciudad Eucarística, la sede central del Congreso, que fue montada en el hipódromo local, donde tuvo lugar la misa de apertura del Congreso, encabezada por el cardenal Re y por el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.

El arzobispo tucumano recordó que "estamos al inicio de un nuevo gobierno" y aseguró que esto "abre, siempre, un horizonte de esperanza". Sin embargo, señaló que "enfrentamos un momento político, económico y social difícil, con ajustes económicos indispensables, pero cuya carga cae de modo desigual en los distintos estratos sociales". Zecca apuntó que "la política debe ser recreada para poder llegar a ser una forma de caridad".

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