“Al gobernante no le deben faltar dos virtudes: el amor y la humildad”

“Al gobernante no le deben faltar dos virtudes: el amor y la humildad”

En esta jornada se rindió homenaje a Fray Mamerto Esquiú, en el marco de la preparación para vivir la ceremonia de su beatificación, el próximo 13 de marzo de 2021.

En la noche del domingo 6 de diciembre, octavo día de la novena, rindieron su homenaje a la Inmaculada del Valle el Poder Ejecutivo, tanto provincial como municipal, representados por el Gobernador, Lic. Raúl Jalil, y el Intendente de la Capital, Dr. Gustavo Saadi; el Poder Legislativo: Cámara de Senadores y Cámara de Diputados, con la presencia del Presidente Provisorio del Senado, a cargo de la Vicegobernación, Prof. Oscar Vera; el Poder Judicial Provincial y la Justicia Federal.

La ceremonia litúrgica fue transmitida a través de las redes sociales con traducción al lenguaje de señas. 

En el inicio de su homilía, Mons. Urbanc -tal como viene haciendo en este novenario- desglosó la última parte de la Oración del Año Mariano Nacional, que dice: “Madre preciosa, recibe todo el cariño de este pueblo argentino que siempre experimentó tu presencia amorosa y tu valiosa intercesión”.

Luego reflexionó a la luz de los documentos del Papa Francisco respecto de los que gobiernan, para rendir homenaje a Fray Mamerto Esquiú, en esta preparación para su beatificación, el próximo 13 de marzo de 2021. Cabe destacar que todas las celebraciones de esta jornada estuvieron dedicadas a reflexionar sobre el ilustre fraile catamarqueño.  

El Pastor Diocesano destacó las palabras del Sumo Pontífice: “Un buen cristiano participa activamente en la vida política y reza para que los políticos amen a su pueblo y le sirvan con humildad”, señalando que “al que quiera gobernar no le deben faltar dos virtudes: el amor y la humildad. El gobernante debe ante todo amar a su pueblo. Un gobernante que no ama no puede ni debe gobernar. Como mucho pondrá un poco de orden, pero no gobernará”.   

Luego aclaró el significado del amor que el gobernante debe a su pueblo, evocando “el ejemplo de David que desobedece a Dios y merece un castigo; sin embargo, a pesar de que reconoce su pecado, pide a Dios que lo castigue a él, pero no al pueblo, porque él amaba a su pueblo y deslinda responsabilidades”. Además, recordó que “el gobernante debe ser también humilde, por lo que jamás se aprovechará de su poder, y debe ser el primero que se ajusta a las leyes, y sobre todo, a los Mandamientos divinos”. 

También, el Obispo mencionó lo que dijo el Papa Francisco sobre los que son gobernados: “Tú eres responsable de su gobierno y debes hacer lo mejor de tu parte para que ellos gobiernen bien, participando en la política como mejor puedas, pues la política, dice la Doctrina Social de la Iglesia, es una de las formas más altas de la caridad, porque es servir al bien común”.

Para finalizar su prédica, elevó una súplica a la Virgen: “Acompáñanos en nuestro caminar, socorre a nuestros gobernantes, legisladores y jueces, enséñanos a orar por los demás y a nunca cerrar el corazón ante las necesidades o el dolor de los otros, ayúdanos a vivir con esperanza, consíguenos un vivo horror al pecado, infunde en cada habitante de este suelo argentino, el amor y cuidado de toda vida humana desde su concepción y hasta su disolución natural,  y a tener paciencia en las adversidades, con la confianza puesta siempre y sólo en Dios”.

Las autoridades alumbrantes participaron de la liturgia, leyendo las lecturas y acercando los dones del pan y el vino al altar.

Antes de la bendición final rezaron frente a la Sagrada Imagen de la Madre del Valle. 

La animación de la celebración eucarística estuvo a cargo del Coro Litúrgico Cantus Nova. Concluida la Santa Misa se llevó a cabo la Velada de Gala en honor a la Reina del Valle.

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