Fuerte llamado de los obispos a desterrar los enfrentamientos y odios entre argentinos

Fuerte llamado de los obispos a desterrar los enfrentamientos y odios entre argentinos

En sus mensajes pascuales, los prelados de diferentes partes del país instaron a fomentar la "cultura del diálogo". El presidente del Episcopado, José María Arancedo, señaló que "la ejemplaridad viene de arriba"

Los obispos hicieron este domingo un fuerte llamado a desterrar los enfrentamientos y odios entre los argentinos, reclamaron ejemplaridad a la dirigencia política y exhortaron a no "permanecer indiferentes" ante las situaciones de pobreza, la desocupación, las desigualdades sociales y el avance de la droga y el narcotráfico.

Los prelados coincidieron en sus mensajes pascuales en llamar a la unidad y la reconciliación, instaron a fomentar la "cultura del diálogo y del encuentro" y reclamaron, en un año electoral, anteponer el bien común de la sociedad a todo interés personal, partidario o sectorial.

El siguiente es un panorama de los principales pronunciamientos en las homilías de hoy:

José María Arancedo (Santa Fe y presidente del Episcopado): "Hemos devaluado la palabra, que ha dejado de ser algo sólido en que apoyarnos para vivir y crecer. A la palabra la nutre la verdad y la daña la mentira. Ello compromete la credibilidad, que es un valor esencial en la vida de la sociedad. La devaluación de la palabra es un signo de enfermedad espiritual y cultural en la comunidad. La ejemplaridad viene de arriba y tiene un valor docente que eleva el nivel de vida de la sociedad. Los ideales y proyectos propuestos necesitan de testigos creíbles y ejemplares".

Jorge Lozano (Gualeguaychú y presidente de la Pastoral Social): "Hace falta no acomodarse para pasarla bien con careta de creyente piadoso, sino cambiar de verdad nuestro modo de pensar y de tratar a los demás. Se notará la Pascua si logramos pasar de la globalización de la indiferencia a una sociedad solidaria. Y esto se expresa de modo patente si tenemos relaciones nuevas con los pobres, con mi familia, con las cosas".

* Doce obispos patagónicos: "Contemplando y escuchando a Jesús, no podemos permanecer indiferentes. No nos excluyamos. Hagámonos cargo de nuestra sociedad con renovada esperanza. Llenémosla con la vida nueva que promueve la alegría, la paz, el perdón. Vida nueva que, con ojos bien abiertos a la verdad y la justicia, quiere transformar los enfrentamientos, odios y enemistades, en caminos de reconciliación y fraternidad".

Jorge Lugones (Lomas de Zamora): "A no asustarse frente a los poderosos del sistema que no quieren ver la desigualdad de oportunidades, la violencia inhumana o la oscura soledad que padecen tantos adolescentes y jóvenes".

César Fernández (Jujuy): "La fe tiene algo que decirle a nuestros desencuentros, a nuestras posturas irreconciliables, pero sobre todo a nuestros egoísmos e intereses mezquinos, a todas las veces que anteponemos nuestro interés personal al bien común. Ante cada familia sin techo, ante cada hermano desocupado, ante todos los que ven postergadas sus legítimas necesidades básicas, ante cada niño o joven que deambula por nuestras calles perdido muchas veces por la droga o el alcohol, debemos decirnos que nos hemos dejado ganar la partida entre el egoísmo y el amor, entre la ambición propia y la solidaridad, entre la indiferencia y la compasión".

Ricardo Faifer y Adolfo Canecín (Goya): "Las elecciones deberían ser un momento propicio para iniciar un examen de conciencia colectivo y para proponernos como sociedad metas exigentes, que nos estimulen a crecer en la cultura del diálogo y el encuentro. La responsabilidad es de todos. Nadie podría excusarse razonablemente de participar, según sus posibilidades, en el esfuerzo de seguir afianzando una mejor convivencia en nuestra Patria".

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