En su mensaje en el que se celebra a San Esteban, el primer mártir de la Iglesia católica, el pontífice argentino dijo que "no todos los cristianos son llamados a verter su sangre, pero cada cristiano debe ser coherente con las circunstancias de la fe que profesa".

"No se puede ser cristiano y vivir como un pagano", instó el papa a los fieles, a quienes pidió "coherencia".

Sin embargo también habló de los actuales "mártires", perseguidos por ser cristianos, y deseó que "gracias a su sacrificio, se refuerce en cada parte del mundo el compromiso para reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa, que es un derecho inalienable de cada persona humana”, según reprodujo el sitio oficial de noticias de la Santa Sede.

Por eso solicitó a los miles de peregrinos congregados en la Plaza San Pedro a rezar “de manera particular por los que son discriminados y asesinados por ser testigos de Cristo”.